Los nuevos vecinos de Hórreos

carlos rueda / francisco albo QUIROGA / LA VOZ

DEZA

CARLOS RUEDA

Una familia, Pilar Veiga de Lugo y Pedro Romeo de A Estrada, vive desde el 2008 en un pueblo abandonado de O Courel

04 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Hasta el 2008, la aldea de Hórreos, en la zona oriental del municipio de O Courel, se encontraba totalmente abandonada. Así estuvo desde 1970, época en la que se marchó el último habitante. Pero en los últimos tiempos, el pueblo cuenta con nuevos vecinos. Se trata de Pilar Veiga y Pedro Romeo -ella natural de Lugo y él de A Estrada-, que decidieron fijar allí su residencia. Según cuentan, estuvieron fraguando durante un tiempo la idea de irse a vivir a la sierra y al final decidieron adquirir una vivienda y abrir una explotación de cabras y ovejas para ganarse la vida. Antes de comprar la casa en Hórreos miraron en otros lugares: Ferramulín, Céramo, Vieiros, Visuña... Pero muy pocos vecinos estaban dispuestos a vender y la mejor oferta que hallaron fue precisamente en el pueblo abandonado.

Sin luz ni agua

Aunque la zona es apta para la cría de ganado, Pilar y Pedro se encontraron con muchas dificultades para establecerse en Hórreos. Coincidiendo con su llegada fue hormigonado el único camino de acceso a la aldea, ofreciendo una salida más digna a la carretera que une Ferramulín con Visuña y Seoane. Pero a día de hoy el lugar sigue sin conexión a la red eléctrica y sin agua corriente. «Ímonos apañando cun xerador de gasolina para o máis fundamental e a auga collémola da fonte da aldea», explican. «Aínda non conseguimos que Fenosa nos mandase o orzamento do custo da instalación e parece que é moi caro, xa que ademais da liña teñen que pór un transformador», añaden.

A Hórreos tampoco llega el transporte escolar, lo que complica mucho el desplazamiento para la hija de la pareja, de tres años de edad. La parada más próxima está en Campelo, a doce kilómetros, y allí tienen que llevarla y recogerla a diario.

La familia cría algo más de ochenta cabezas de ganado y complementa la explotación con otros recursos, como la recogida y venta de castañas en verde -cuentan con dos soutos que les cedieron los vecinos hace dos años- y de setas, más concretamente de cantarelos, que tienen bastanta demanda. Tienen también en proyecto abrir un hospedaje de turismo rural, pero esta opción la dejaron para más adelante, ya que entre las obras de su vivienda y los trámites de la administración dedujeron que la cosa podía ir para largo.

Pilar y Pedro dicen haber contado con muy pocos apoyos desde que viven en Hórreos. «Os políticos din que queren potenciar o medio rural para que a xente veña vivir ao campo, pero logo non existen axudas», comentan. «Solicitamos en varias ocasións que nos arranxasen a fonte, pero a fonte nunca se arranxou nin se rozou o camiño de acceso», añaden. También intentaron obtener una ayuda económica para arreglar las ventanas de su vivienda, pero no lo lograron. «Está todo montado de tal forma que é moi difícil conseguir unha subvención», concluye la pareja.