Música y albariño: la pareja perfecta

SABE BIEN

monica ferreiros

El atardecer en las Rías Baixas, el vino más famoso de Galicia y las notas musicales que flotan en el ambiente atraen cada jueves de verano a cientos de visitantes a la terraza de Martín Códax

29 jul 2015 . Actualizado a las 10:10 h.

Hay algo especial en los conciertos que desde hace cuatro años celebra la bodega cambadesa en las tardes de julio y agosto. Quizás sea la complicidad de los músicos que por allí pasan. O el buen vino que se sirve. Os Xoves de Códax representan la perfecta armonía entre música, albariño y una espectacular puesta de sol.

¿Creen en la magia? En ese algo que logra que un momento se vuelva especial. Todo puede ocurrir cuando se contempla una puesta de sol desde una terraza con una privilegiada vista sobre la ría de Arousa. O cuando la complicidad de los músicos en un concierto lo convierte en perfecto. A veces, simplemente, cuando se está degustando una copa de buen vino. Atardecer, música en directo y albariño es la armonía perfecta que han creado los Xoves de Códax, un programa de conciertos que desde hace cuatro años se celebra todos los jueves de julio y agosto en la terraza de Martín Códax, en Cambados. Cuatrocientas personas, porque las entradas siempre se agotan, se dan cita en ella cada semana. Muchas son fans incondicionales de este ciclo. Porque si la propuesta en sí ya se antoja buena, mejora cuando se sabe que lo que allí sucede es único. El año pasado Sés fue la encargada de acompañar a Santiago Auserón en una actuación que ponía la piel de gallina. En esta ocasión, a finales de agosto, será Uxía quien celebre sus treinta años sobre los escenarios, junto a Martirio, en un concierto para el que, por supuesto, tampoco quedan ya butacas. De magia saben mucho en Martín Códax.

MARTINA MISER

En la bodega cambadesa hace tiempo que tienen muy claro que el turismo del vino es mucho más que una visita a una bodega o una cata comentada. Consiste en enseñar a disfrutar de sus elaboraciones, a mostrar cuál puede ser el momento perfecto para saborearlas. Y han encontrado en la música un perfecto aliado. Quizás sea porque el famoso trovador gallego da nombre a la firma y a sus vinos. Quizás simplemente se deba a las inquietudes culturales que animan a quienes trabajan en la tramoya del proyecto. Lo cierto es que la música siempre ha tenido un especial protagonismo en esta casa. Desde hace años patrocinan un grupo de música antigua, que ya ha ofrecido varios conciertos en sus instalaciones. Y hace cuatro años sorprendieron al público con la creación de Os Xoves de Códax, un programa que es ya una de las citas imprescindibles del verano en las Rías Baixas. El escenario es impresionante, una terraza que domina el mar de viñedos en tierra y el mar salado de Arousa. Los conciertos que allí se celebran abren una nueva dimensión a la experiencia. «Con voluntad de experimentar y mezclando proyectos musicales de diversas procedencias, pero con marcado carácter gallego», así resume María Garrido, directora de márketing de la bodega, el contenido de esta redonda iniciativa.

Lo que pasa en la terraza de Martín Códax se queda en la terraza de Martín Códax. Porque lo que allí sucede es único, «una mezcla que solo sucede en esta bodega», añade Garrido. La selección de los artistas corre a cargo de la cooperativa cultural O Cable Inglés. Cuentan también con la colaboración de la asesora de cultura Rosa Bugallo. Así se realiza una primera selección de músicos. Suelen ser ellos mismos los que eligen a su compañero de viaje. A ese tocayo con el que tienen un especial feeling. Dos días antes de la actuación, los intérpretes se encierran en un pazo que la bodega posee en Arbo. Y allí empieza a cobrar forma el concierto del que, posteriormente, disfrutarán aquellos que hayan conseguido hacerse con una entrada. Estas solo se venden en la web de la bodega al precio de cinco euros. Y todo lo que se recauda se reparte entre entidades sociales. Es la vertiente solidaria del programa.

Carmen París y Xabier Díaz acaban de disfrutar de este retiro,  encerrándose para dar forma a su actuación. «No es buena idea ir allá a trabajar», explica la aragonesa. La tranquilidad del entorno invita más bien al descanso, aclara. Es su primera vez en los Xoves. No la de Xabier Díaz, que ha estado en tres de las cuatro ediciones. «Yo me saqué el abono, de la terraza y del pazo», bromea. Él fue quien eligió compañera de viaje. «Lo tuve claro. Las veces que coincidimos hubo una energía chula y nos llevamos muy bien y hay empatía artística», explica. «No tuvo que aporrear la puerta, su voz y la mía funcionan a la maravilla», ratifica París. Se conocieron en el teatro Arriaga, en un concierto de Kepa Junquera. Y colaboraron después en Berrogüeto. Para la actuación de Martín Códax «hemos montado lo que ya teníamos y también algunos temas de ellos». Ninguno escatima en elogios para Os Xoves de Códax. «Es un privilegio porque puedes venir a cantar y tocar y hacerlo con compañeros a los que les tienes admiración», explica el gallego. «Cuando se dan estas circunstancias dices qué bien que me dedico a la música», argumenta París. Y es que, al final, «el intercambio entre artistas es el factor más enriquecedora». Destacan, sobre todo, el hecho de que «una empresa privada apueste por esto. Es algo conmovedor y nos gustaría animar a otras marcas a que sigan el ejemplo», reclama Díaz. Lo único que lamentan es que actúan de espaldas a la puesta de sol, «pero no nos importa, nos pondremos al servicio del paisaje», concluye.

Este dúo es solo uno de los muchos que a lo largo de los últimos cuatro años visitaron la terraza. Estuvo Luis Tosar con su grupo Di Elas o Teté Delgado y Martín Esturado. Y hay más incondicionales de esta atalaya como Sés o Uxia Senlle. Esta última es la encargada, todos los años, de despedir el ciclo. Volverá a hacerlo ahora con un concierto que promete. Lleva tres décadas en los escenarios y lo festejará junto a Martirio. La celebración se desarrollará en la terraza el 27 de agosto. Ni lo intenten. Las entradas están ya agotadas. Porque cuando hay magia no hace falta nada más.