El mediopunta dejó buenas sensaciones en un partidillo contra el Fabril
13 ene 2015 . Actualizado a las 19:06 h.Víctor Fernández examinó ayer a sus dos extremos. El entrenamiento se convirtió en 45 minutos de partidillo de los suplentes y no convocados del pasado viernes del Dépor contra un Fabril por el que rotaron todos sus futbolistas. Lo de menos fue el marcador, con triunfo de los mayores por 1-0 gracias a un cabezazo de Wilk a saque de córner de Seoane. Todas las miradas se centraron en Lucas y Salomão, los dos correcaminos deportivistas, que aspiran a regresar a la competición, pero ofrecieron versiones bien diferentes. En una de sus últimas oportunidades para evitar el quirófano, el coruñés no rehuyó los balones divididos, pero acabó fundido por el esfuerzo. Le faltó armar para el chut la pierna izquierda, por lo que la prueba definitiva de que su lesión de rodilla está olvidada quedó pendiente para otra ocasión. Además, Salomão decepcionó. Dispone del alta médica desde el 5 de noviembre, pero apenas ofreció detalles de futbolista. Su juego, antes atrevido y vibrante, se ahogó en un mar de dudas. Evitó los choques, no disparó a portería y hasta apenas se escapó por la banda, como solía.
El Dépor formó con estos diez futbolistas de campo: Laure, Manuel Pablo, Insua y Canella en defensa; Seoane, Wilk, Juan Carlos y Salomão en el centro; así como Lucas y Oriol Riera como delanteros. Más allá de los futbolistas de banda, el fichaje deportivista de este mercado de invierno sigue en pleno conocimiento de sus compañeros mientras apura posibilidades para su primera titularidad, quizá el domingo (19.00 horas, Canal+ Liga y GolT) contra el Barcelona en Riazor. Volvió a moverse con criterio y a caer a la banda en numerosas ocasiones, pero apenas disparó. Los porteros intercambiaron sus puestos: Veloso defendió la meta del primer equipo y Lux ocupó la de un Fabril que apenas 24 horas antes había abierto en As Pontes la segunda vuelta de la Liga.
Sin aliento
El partidillo de Lucas, quien lució de nuevo un llamativo vendaje en la rodilla izquierda, se resume en una de las últimas jugadas. Recibió un balón filtrado al área y penetró, pero Lux, pleno de agilidad, le cerró los espacios y acabó desbaratando la oportunidad sin que el mediapunta pudiese siquiera disparar. Muy cansado por el esfuerzo del amistoso, que no se prolongó más allá de los 45 minutos, Lucas tuvo que apoyarse en la valla mientras recuperaba el aliento y aún se lamentaba por la ocasión perdida.
Con solo una veintena de entrenamientos junto a sus compañeros, al futbolista, autor un gol en su único partido con la camiseta blanquiazul (en la siguiente jornada contra el Espanyol se tuvo que retirar nada más comenzar), se le vio falto de fondo físico para aguantar la competición y, aunque intermitente, demostró ganas, desparpajo y profundidad en muchas acciones. A la conclusión del entrenamiento Lucas seguía sin el alta médica y está previsto que hoy se entrene de nuevo para volver a comprobar su evolución. Quedan aún cinco entrenamientos por delante, pero si da el paso que le queda y es capaz de chutar sin dolor, el coruñés podría llegar a convertirse en el refuerzo soñado para el tramo decisivo de Liga.