Tino Fernández reunió a los jugadores para explicarles las decisiones tomadas tras el asesinato de Madrid y les transmitió su confianza, antes de escuchar las opiniones del míster, Manuel Pablo y Lux
11 dic 2014 . Actualizado a las 16:45 h.«No por tomar las decisiones más rápidas se acierta». El martes, tras el primer entrenamiento de la semana, Manuel Pablo hizo algo más que mostrar comprensión ante el posible despido de su técnico si el equipo no gana al Elche. Dio acuse de recibo del dardo de los Blues -el pasado sábado apuntaron a los jugadores por no haberles defendido- y dejó un recado en sala de prensa para la directiva que preside Tino Fernández. «Igual el consejo se ha precipitado», señaló el canario al valorar las medidas tomadas tras el asesinato de Jimmy.
En una nueva muestra de la velocidad mencionada, la respuesta ha tardado menos de 24 horas en llegar al capitán. Y sin necesidad de mensajero. El propio Tino se acercó ayer por la mañana a los campos de Abegondo para mantener una reunión de casi una hora con la plantilla y el cuerpo técnico. Los últimos minutos sirvieron para que el mandatario mostrase su confianza en el grupo para revertir el pésimo rendimiento sobre el césped. Antes, desmenuzó las decisiones que sucedieron a la tragedia del Manzanares. Argumentó los porqués de cada paso dado en los últimos diez días y se ofreció a resolver cualquier duda al respecto. Acompañaron al presidente el consejero responsable del área deportiva, Fernando Vidal, el director deportivo, Ernesto Bello, y el de planificación deportiva, Richard Barral. Ninguno de ellos intervino.
Sí lo hizo, aunque de forma breve, Víctor Fernández. El técnico, con el agua al cuello, quiso transmitir tranquilidad a los jugadores e insistir en ese mantra de «unión y compromiso» tan machacado en las últimas semanas.
Manuel Pablo tuvo su turno de réplica, en el que pudo resolver algunas dudas que aún mantenía tras escuchar a Tino. Más allá de eso, el capitán apenas se pronunció.
La omertá del Atlético
Sí lo hizo Germán Lux. El argentino es algo más que el maestro de ceremonias en los asados de la plantilla y no fue la de ayer la primera vez que alza la voz. Relegado a un segundo plano sobre el césped, no ha perdido ascendencia en un plantel con varios eventuales en nómina y falto de referentes en el vestuario.
El meta reclamó ambición deportiva en un momento especialmente delicado y exigió al grupo que se centre en el fútbol, olvidándose de todo aquello que lo rodea. Recordó que no es a los jugadores a quienes corresponde juzgar lo sucedido en Madrid.
En ese mismo sentido se pronunció el míster, que puso como ejemplo la actitud del plantel del Atlético, de cuya hinchada salieron los asesinos del ultra coruñés. Jugadores y cuerpo técnico (especialmente, Simeone) han evitado cualquier condena al Frente, un grupo fascista extremadamente violento.