La transfiguración del Dépor

Pedro José Barreiros Pereira
pedro barreiros A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

El equipo coruñés optimizó su sistema tras el descanso, cuando superó a la Real en todas las facetas

25 nov 2014 . Actualizado a las 10:28 h.

El vestuario de Riazor guarda la clave de la mejor versión de este Dépor de cinco defensas. Un cuarto de hora de pausa y charla en el descanso mejoró al equipo hasta el punto de que en la segunda parte ofreció sus mejores minutos desde aquel recordado partido contra el Valencia. Se transfiguró entonces en un bloque dominador y con más opciones en ataque frente a una Real Sociedad capaz de sacarle los colores hasta ese momento, pero que acabó atrincherada en torno a su propia portería.

En el plano individual, dos futbolistas se destacaron sobre el resto. Wilk se convirtió en el mejor exponente de este llamativo cambio, pues entró al campo justo para iniciar la segunda parte y resucitar a un equipo con malas sensaciones. En 45 minutos su potencia y empuje añadieron el azúcar preciso para voltear un partido que se había inclinado peligrosamente hacia la portería de Fabricio. Protagonizó más entradas con robo que ninguno de sus compañeros (solo le superó Markel Bergara en los visitantes) y únicamente Lopo hizo más faltas que él (tres frente a dos).

Junto al polaco, el Dépor se movió al ritmo de José Rodríguez. Se destacó como el que más regates logró (tres de los cinco que intentó) y el que más saques de esquina forzó. Su entrenador comparó el juego del canterano madridista con los cortes de un cuchillo y lleva razón, aunque su potencia ha de imponerse en muchas ocasiones a esa anarquía que empuja a Víctor Fernández a alinearlo en la banda en lugar de más centrado.

Si en el plano individual estas acabaron destacándose como las figuras del Dépor de los cinco defensas, colectivamente el equipo coruñés comenzó enredado en un laberinto del que la Real no supo sacar provecho, pero acabó brillante. Así, acabó la primera parte por detrás en todas las estadísticas de juego, pero acabó imponiéndose luego. Dio la vuelta a la posesión (llegó al descanso con 47,1 % y acabó el partido con 52,5 %), a los saques de esquina (3-6 en los 45 minutos iniciales para acabar 8-6, sin que el cuadro donostiarra lanzase uno solo en el segundo período) y hasta volteó la estadística de terceros pases en jugadas de ataque (pues 43-64 acabó el período inicial, pero 117-114 se llegó al minuto noventa).

Remates

El Dépor se revolvió más peligroso y profundo que su sorprendido contrincante, pero solo acabó por detrás de su adversario en el cómputo general de disparos (11-17, aunque el parcial de la segunda parte fue de 8-6). El fútbol de los jugadores que entrena Víctor Fernández creció desde la banda derecha, gracias a la sociedad formada por Juanfran y José Rodríguez, que se destacó como la más prolífica del partido. Se dieron 28 pases entre sí, a distancia de los 18 del dúo De la Bella-Chory Castro.

La cuestión es si al conjunto coruñés le llegará con esta mejoría final para despegar de los puestos de peligro. Por lo pronto, los tres puntos en cuatro jornadas lo mantienen en las posiciones de peligro. Eso sí, ayer se esfumó la posibilidad de que en esta jornada caiga a las tres últimas posiciones. El Levante ganó y dio un salto en la clasificación, mientras el empate sostiene al Elche entre los equipos en descenso. Sin embargo, la inminente visita deportivista al campeón de Liga, el Atlético de Madrid, el domingo (12.00 horas, Canal+ Liga y GolT) en el estadio Calderón añade picante a su situación. Queda refugiarse en una transfiguración por confirmar, un Dépor con ganas de crecer.