Trabajó a las órdenes del readaptador físico y en compañía de Lucas Pérez y de Luis Fariña. Y se marchó al vestuario antes que el argentino pero con el convencimiento pleno de que estará en condiciones de reaparecer el sábado contra la Real.
El delantero murciano es consciente de las numerosas bajas del equipo, sobre todo en ataque y, al igual que Fariña tiene previsto realizar una prueba seria el jueves para ver si es capaz de estar en condiciones para el partido, aunque ayer mientras se retiraba al vestuario explicaba que creía que sí llegaría.
También optimista es Pablo Insua. El central no tiene todavía el alta médica pero el ritmo exhibido ayer durante las dos horas de entrenamiento fue alto y todo hace indicar que Víctor Fernández lo podrá tener a su disposición.
Menos posibilidades parece tener Lucas Pérez. El coruñés salió satisfecho ayer del entrenamiento pues las molestias han remitido notablemente, pero desconoce si llegará a tiempo. Por la tarde acudió a la consulta del doctor Arriaza para ver la evolución de su problema y planificar la semana, después de que el pasado viernes fuera atendido en Madrid por el doctor Manuel Leyes.