El alma se quedó en casa

Xurxo Fernández Fernández
xurxo fernández REDACCIÓN / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

LOF

Ni rastro del empuje y la claridad de ideas exhibidas ante el Valencia en Riazor

27 oct 2014 . Actualizado a las 12:26 h.

El Dépor se dejó el alma en el puente Pasaje y volvió a subir sin ganas al avión. Cerca estuvo de calcar en Cornella el esperpento del Pizjuán. La única diferencia la puso el rival. Si el Espanyol no repitió la goleada del Sevilla fue porque donde los andaluces presumen de Bacca, Suárez, Vitolo, Deulofeu o Vidal, los pericos apenas cuentan con Sergio García. Y después, una nada con forma de Stuani o Caicedo, incapaces de aprovechar lo que generan sus compañeros. La continuidad que Víctor quiso dar al once del Valencia se quedó solo en los nombres. Ni solidez defensiva, ni claridad en el pase, ni velocidad en la transición.

Balones perdidos

Sin continuidad en el juego

No les había hecho falta la posesión a los coruñeses para mandar en el último partido en casa, pero ayer exageraron hasta marcar su peor cifra de la temporada en este apartado (39%). Para ver al Deportivo hilar más de dos toques hubo que esperar al agotamiento de los futbolistas del Espanyol. Los visitantes perdieron casi el doble de balones (82) de los que recuperaron (43). Hasta 14 jugadas murieron en los pies de Fariña, por once de Cavaleiro y José Rodríguez. Ninguno de los jugadores blanquiazules alcanzó el 80% de acierto en el pase.

Improductivos en ataque

Un único tiro a puerta

Toché permaneció en el banquillo y Postiga suplió a Cuenca cuando faltaba media hora para el final. Durante 60 minutos, el punta fue Cavaleiro. Y si es cierto que el joven portugués no probó a Casilla, también lo es que para hacerlo habría tenido que chutar desde campo propio (casi desde allí lo intentó Juanfran, en el único disparo blanquiazul entre los tres palos). A cambio de tan escaso bagaje ofensivo, el atacante cedido por el Benfica se vació luchando cada bola. Corrió 10,5 kilómetros, solo superado por los 11,1 de Wilk.

Exigencia en las ayudas

Wilk volvió a multiplicarse

El polaco sí se aproximó al nivel exhibido hace una semana, aunque no estuvo tan fino a la hora de iniciar juego. Una faceta creativa en la que ayer flaqueó también Medunjanin, bien controlado por Cañas. Víctor Fernández volvió a ordenar a los suyos replegarse para facilitar las ayudas y buscar las contras, pero los jugadores de más talento insistieron en las acciones individuales y casi nunca encontraron líneas de pase. Lucas, protagonista del contraataque clave frente al Valencia, se lesionó muy pronto.

Los cambios

Variantes sin incidencia

En lugar del coruñés entró José Rodríguez, cuyo baile de posiciones retrató la búsqueda sin fruto de una solución. Perdido en la mediapunta, tampoco se sintió cómodo cuando Víctor lo reubicó en la derecha. A cambio, Fariña ocupó durante unos minutos su puesto natural de enganche para regresar después al costado izquierdo, cuando entró Postiga y Cavaleiro retrasó su posición. Arrinconado, el argentino pierde eficacia y ayer tampoco disfrutó de la ayuda ofensiva de Luisinho ya que los laterales no pisaron terreno rival. Bastante tuvieron el luso y Juanfran con padecer a los extremos pericos.