Víctor Fernández alaba al Valencia y afirma que en el club no hay nerviosismo
18 oct 2014 . Actualizado a las 13:36 h.«Del Valencia lo sabemos todo o casi todo. Lo único que no sabemos es el resultado del próximo partido. Es un equipo en racha, en una inercia positiva, con la ola alta. Está muy bien estructurado, las incorporaciones han sido muy positivas. Encaja muy pocos goles y es muy efectivo. Sabe ponerse el mono de trabajo, hace muchas faltas y es muy intenso y muy vertical. Hasta hoy es el equipo revelación de la temporada». El resumen que hizo ayer Víctor Fernández sobre el próximo visitante de Riazor asusta, pero al menos el técnico sumó un propósito de enmienda al recuento de virtudes del adversario: «Tenemos necesidad de ganar. Me han empapelado de estadísticas, y el Valencia puede ser un equipo gafe pero el punto de partida es bueno y estamos en buena disposición. Por eso no firmo absolutamente nada aunque el rival parezca invencible».
En busca de esa victoria, el míster insistió en la revolución anunciada tras un partido, el de Sevilla, del que «no hay nada que rescatar». «Voy a hacer cambios en todas las líneas. En la organización defensiva, en la del medio campo y en la del último sector», anunció sin querer adelantar más novedades que la del estreno de un hijo pródigo sobre el que es más optimista que el propio jugador. «Si Lucas dice que está al cuarenta o cincuenta por cien, cuando esté al cien por cien lo va a ganar él solo todo. Es un ganador, un tipo positivo y un tipo alegre. Me gusta mucho cómo juega y aún no he podido disfrutarlo. Os voy a dar una pista: va a jugar de inicio. Seguro».
Las cualidades de Insua
Menos clara parece la presencia en el once de otro futbolista que acaba de recibir el alta. «Insua me ha dicho que está en el mejor momento de la temporada. Yo le he respondido que no es muy difícil -afirmó Víctor con una sonrisa-. Tiene unas cualidades defensivas muy buenas. Es un tipo muy centrado, joven... Necesita conocer mejor su profesión y trabajar mejor su cuerpo, como está haciendo ahora». Calificó de «faena» la convocatoria del zaguero con la selección sub21. «Celades ni me llamó para saber cómo estaba después de su lesión. Pero estos días ha trabajado muy fuerte e hizo un esfuerzo para volver a tiempo del entrenamiento del miércoles. Está para jugar y para jugar bien».
La revolución en el once estará sin embargo condicionada por «las lesiones imprevistas de algunos jugadores. Sinceramente, esperaba contar con Postiga, Juan Domínguez y Canella. Pero la idea sustancial de lo que quiero hacer la he trabajado esta semana. Hemos ajustado muchas cosas a nivel táctico».
Pero el ajuste fundamental pasaría por un cambio de actitud. El entrenador blanquiazul reconoció que «si el equipo no compite ante el Valencia me quedaría muy preocupado». Y es que, el míster defiende que el Deportivo «ha competido en todos los partidos y tenido algunas fases de buen juego. Hemos hecho más méritos que puntos a lo largo de lo que llevamos de campeonato. Y ha habido un partido desastroso del que no se puede rescatar nada. Eso es algo que queremos enterrar. Luchar con nuestras armas, ser intensos y competitivos». Por de pronto, el técnico se declaraba ayer «muy contento con lo que hemos trabajado, pero lo importante es estar contento el domingo que es cuando nos examinan a todos».
Tranquilo y agradecido
Una reválida con pinta de última bala si se calca mañana la estampa del Pizjuán, aunque Víctor afirma estar muy tranquilo a ese respecto: «Percibo un miedo aterrador aquí, pero si no se pierde la perspectiva no hay razón para tener miedo. Lo que quiere el presidente del Dépor es la salvación, como los jugadores, como el entrenador, como la afición... Pero el presidente del Dépor también sabe que la salvación no se va a conseguir en la jornada 6, ni en la 20, ni en la 30. Estoy muy satisfecho de cómo se están comportando (los directivos). Están demostrando mucha profesionalidad y rigor».
Esgrimió por si acaso un eximente ante la mala situación del equipo en la tabla. «Se necesita un tiempo de acoplamiento y hay cuatro o cinco jugadores que han venido hace escasamente un mes, y alguno sin pretemporada. Lo importante es no perder la perspectiva: nuestro objetivo es salvarnos y no estamos lejos. La semana pasada estábamos salvados».
«Tanto en el vestuario como en la directiva sabemos quiénes somos, de dónde venimos y qué queremos. Afortunadamente aquí no se ha instalado ni el nerviosismo ni la desesperación, porque todavía estamos en la jornada siete», proclamó.