El reto es ser un equipo

José M. Fernández

TORRE DE MARATHÓN

03 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

En el último momento, con el reloj a cero e incluso pidiendo un tiempo extra, pero el Dépor ha conseguido cerrar su plantilla. Puestos a ser exigentes, ha dejado un par de asignaturas pendientes: tendrá que hacer un hueco a los descartes (Juan Carlos y Seoane) y, pese a la versatilidad de Juanfran, tiene un excedente de laterales diestros y escasez de arietes. Víctor Fernández dispone de 25 jugadores y de, probablemente, más talento del que cabía esperar del rígido tope salarial impuesto por la Liga, de un recién ascendido desestructurado y obligado a poner los cimientos de un nuevo proyecto. Solo el tiempo desvelará si finalmente consigue ser un equipo.

Doce incorporaciones a coste cero, dos renovaciones de contrato y acuerdos de rescisión con jugadores que hipotecaban seriamente la confección de la plantilla. No parece un mal bagaje para una secretaría técnica y una directiva noveles, que seguramente cometieron algún error pero que también reaccionaron a los inesperados reveses de última hora.

Esta es la nueva realidad del Dépor, obligado por una herencia que algunos parecen querer olvidar a un duro ajuste, a trabajar desde ya en los despachos para evitar las apreturas de la pretemporada, pero también a abrir mercados cerrados por un dudoso historial y a aprovechar todo el período de fichajes, que para eso está. «Un as en la manga» cuyos últimos frutos dejaron esperpentos como el frustrado fichaje de Geijo o la incapacidad para rellenar correctamente el pase de Javito.

Basta echar una leve mirada atrás para comprobar que el coste de la plantilla del 2012-13 -último descenso- superaba, incluso sin los refuerzos de invierno de entonces y con las rescisiones de ahora, al de la actual. ¿Disponía Oltra de un plantel superior al que tiene en estos momentos Víctor Fernández?