Paco Jémez: «Esto es un espectáculo y la gente o se divierte o se va a otro lado»

Paco Jémez (Las Palmas, 1970) no es un extraño en Riazor. Más allá de sus cinco temporadas como jugador blanquiazul, no es extraño encontrarlo como espectador en algún partido del Dépor. El domingo volverá al frente del Rayo Vallecano, que arrancó la Liga tuteando al campeón.

-Su equipo rozó la victoria ante el Atlético. ¿Está satisfecho con el punto y el partido?

-Sacamos más conclusiones positivas que malas, pero no me dicen nada de lo que va a ser el futuro del equipo esta temporada. Eso nos lo vamos a tener que ganar día a día. Hemos cambiado 15 jugadores y hemos intentado acortar los plazos de adaptación al máximo. Aún así creo que nos sigue faltando tiempo para estar a nuestro nivel. Para hacer las cosas como yo quiero.

-Les pasa como al Dépor: la mayoría de los nuevos son jugadores cedidos. ¿No es duro formar futbolistas que no vas a poder retener?

-Nosotros estamos acostumbrados a eso. Estamos intentando que cada año el club vaya mejor para que eso? Bueno, no es que esté mal, pero lo que queremos es tener jugadores en propiedad para que cuando hagan buenas temporadas puedan ser una fuente de ingresos. Eso, si tienes 16 o 17 jugadores con contrato por un año es bastante complicado. Es verdad que estamos pasando momentos difíciles, pero cada vez vamos mejor. Es nuestra cuarta temporada consecutiva en Primera y económicamente el club está una situación fabulosa, pero para ser un equipo importante aún tendrá que pasar más tiempo. Sí es algo que compartimos con el Deportivo.

-Víctor Fernández reconocía que traer jugadores cedidos es un riesgo en cuanto a su implicación.

-Es que nosotros no solo fichamos buenos jugadores. Intentamos fichar buenos profesionales. Gente cuyo único interés no sea qué va a pasar con su carrera el año siguiente, sino que quiera hacer una gran temporada en el Rayo. El ejemplo está en Saúl (Ñíguez). Y también en otros como Rochina o Falqué. Jugadores que dieron todo lo que tenían e hicieron el mejor año de su vida con nosotros.  Después les ha valido para dar el salto. Los profesionales no son tontos y saben lo que implica destacar en un equipo como el Rayo, que es muy visto y muy seguido.

-¿Cómo puede estar seguro de esa profesionalidad? ¿Suele hablar con ellos antes de ficharlos?

-No. No suelo hablar con ellos. Puedo hacerlo excepcionalmente, pero intentamos conocerlos a través de terceras personas con las que han jugado o que los han entrenado. Nos importa tanto cómo son futbolísticamente como personalmente. Porque al final tienes que tratar con personas y si un futbolistas te falla como persona te va a dar más problemas que cosas buenas.

-Afirma que la vistosidad de su equipo atrae fichajes, pero la propuesta también le ha dado disgustos en forma de goleadas.

-En eso somos cristalinos. Salimos al campo a ganar y si yendo a ganar perdemos, pues no tengo ningún problema. A mí claro que me encanta que mi equipo defienda bien, como lo hizo contra el Atlético, pero no especulamos. Queremos presionar muy arriba y tener el balón, jugar mucho tiempo en campo contrario. Y a todos los futbolistas que traemos los metemos en esa dinámica. Pero esa solo la forma que a mí me gusta para trabajar; no es ni mejor ni peor que otra. Salimos al campo con la obligación de hacer disfrutar a la gente que paga una entrada y a la que nos ve. Para que quienes vengan al estadio se vayan con ganas de volver, porque esto es un negocio. Tenemos una obligación con ellos y con los que se sientan en casa y compran un partido. Esto es un espectáculo y la gente quiere divertirse o se va a otro lado.

-Baptistao, Aquino, Kakuta, Trashorras... ¿No da para luchar por algo más que la permanencia?

-Nosotros no tenemos objetivo. Más allá que el de ir a ganar todos los partidos. Para mayo falta mucho tiempo como para preocuparnos por dónde vamos a estar. Vamos a intentar conseguir todos los puntos que podamos, no solo los 40 de la permanencia. Los objetivos solo te paran. Si piensas en la permanencia es difícil que vayas más allá. Quiero que mis jugadores piensen que somos capaces de competir por todos los puntos en juego. Claro que para equipos como el Deportivo y el Rayo, y otros que tienen o tenían una deuda importante, la salvación del club es estar en Primera. Estar en Segunda es una ruina. Jugar con esa presión es una dificultad añadida. Saber que o te quedas en Primera o la cosa se complica muchísimo. Todos tienen que intentar manejarlo de la mejor manera.

-A una semana del cierre de mercado, ¿qué equipo le llama más la atención por sus refuerzos?

-Los entrenadores, jugadores y equipos son tan buenos como son capaces de demostrar. Me hace gracia escuchar a periodistas decir que tal o cual club ha hecho un gran equipo. Eso es la tontería más grande que he escuchado en mi vida. Estoy harto de ver buenos equipos en teoría que luego se pegan unos batacazos de la leche. Algunos se han gastado mucho dinero y han traído muy buenos jugadores, pero ahora les toca demostrarlo. En fútbol la teoría no siempre se contrasta con la práctica. Si fuera por teorías nosotros llevaríamos ya cuatro años en Segunda.

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