Los cuatro meses en los que Mitroglou se convirtió en una estrella

M. P. R. REDACCIÓN

TORRE DE MARATHÓN

SERGIO PEREZ

El delantero perseguido por el Deportivo multiplicó exponencialmente su cotización la temporada pasada con un portentoso arranque

28 ago 2014 . Actualizado a las 11:08 h.

El Deportivo lleva una semana en Londres tratando de convencer al Fulham de que suelte el lastre del ya convencido Kostas Mitrogolu. La esperanza coruñesa es que el delantero griego recupere en Riazor las sensaciones de los primeros meses de competición de la temporada 2013/2014, cuando Mitroglou se convirtió en una estrella y multiplicó exponencialmente su cotización en el mercado. Hasta el punto de que el Fulham pagó 15 millones de euros por un futbolista que empezaba a acusar los problemas de rodilla que le tumbaron en el resto del ejercicio futbolístico.

Mitroglou estaba ya establecido como un delantero más que solvente en la Liga griega. Cedido hace tres años en el Atromitos (disputó 39 partidos entre distintas competiciones y anotó 19 goles), regresó al Olympiakos y ya firmó números sólidos (41 partidos, 20 goles y 6 asistencias). Pero todo estalló en las manos del entrenador Míchel en el arranque de la 2013/2014. Mitroglou anotó 14 goles en apenas 10 partidos de Liga, vio puerta en cinco partidos consecutivos y empezó a despertar sospechas de una explosión internacional.

Ese fogonazo se produjo ante el Anderlecht en la Liga de Campeones. Mitroglou anotó un brillante hat trick y aumentaba su cuenta goleadora en Champions a 7 chicharros en las últimas dos campañas. Después de tumbar a los belgas un miércoles, jugó en la Liga local ante el Veria y anotó otro triplete. Mitroglou era el delantero del momento. «Mitroglou nos ha dado un rendimiento magnífico pero siempre estábamos bajo sospecha de que iba a salir porque había dado un rendimiento muy bueno», reconocía Míchel cuando al final del mercado de enero se consumó la salida de su punta estrella.

Para más inri, Mitroglou se convirtió en héroe nacional porque su actuación fue decisiva en la respesca del Mundial de Brasil. En la eliminatoria a todo o nada contra Rumanía. Marcó dos goles en el partido de ida y sentenció el pase de Grecia en la vuelta con otro golito en Budapest.

Luego, la rodilla. A pesar de quedarse en blanco y sin completar 90 minutos en más de dos meses, el Fulham pagó la suma más alta de su historia por Mitroglou con la misma fe con lo que el Dépor le persigue ahora: la promesa de un delantero corpulento que remata y juega de espaldas para el resto de sus compañeros.

Mitroglou no jugó más que un puñado de minutos sueltos en un Fulham que luchaba por no descender y no lo logró. La llegada al banquillo del alemán Felix Magath tampoco ayudó. El griego se convirtió en un habitual de la grada y con el técnico dejándole en evidencia de que su puesta a punto no bastaba «ni para estar en el banquillo». Marcó un gol en un partido con el equipo reserva del Fulham pero esa fue toda su aportación.

En Londres no quedaron de todo contentos con alguna escapada de Mitroglou a su selección a pesar de no poder jugar con el club de Craven Cottage. Lo cierto es que el delantero heleno no disputa 90 minutos íntegros en competición oficial desde el 8 de marzo. Desde entonces, tramos de partidos, como los que disputó en el Mundial, un pequeño microcosmos de lo que vivió Mitroglou en los últimos meses.

Jugó minutos contra la debacle de Grecia ante Colombia, fue sustituido a la media hora del duelo ante Japón con molestias en la rodillaque hicieron temer a los médicos de su selección un paso por el quirófano, y fue el recurso del seleccionador Fernando Santos contra Costa Rica en la prórroga. Estuvo a punto de marcar y convertirse en el gran héroe griego, pero se topó en sus dos ocasiones con un Keylor Navas en estado de gracia. A esos minutos de promesa y, sobre todo, a esos cuatro meses de frenesí goleador lo apuesta todo el Deportivo para convertir a Mitroglou en su delantero estrella.