Falta fichar a dos piezas clave para cerrar el equipo, a solo una semana del comienzo de la Liga

El revés del fichaje frustrado de Bruno Zuculini escuece. Pero menos. La operación para traer al centrocampista argentino a Riazor ya se había frustrado la semana pasada y el cuerpo técnico estaba resignado a planificar sin él. Aunque en el Dëpor son conscientes de la enorme valía del jugador, se considera que la línea de centrocampistas está bien cubierta con Juan Domínguez, José Rodríguez, Medunjanin, Bergantiños y Wilk.

Preocupa mucho más el poder concretar refuerzos en otras dos posiciones. Faltan un central (como mínimo) y un delantero que llegarían para ser titulares en sus respectivos puestos.

Atrás, la propuesta táctica de Víctor Fernández, con la defensa muy adelantada, disminuye las prestaciones de Lopo, mucho más útil cuando la zaga se sitúa en las inmediaciones del área. La velocidad no es el punto fuerte del catalán (tampoco Insua es especialmente rápido) y por eso se busca a un central veloz y con buena salida de balón. Un perfil en el que encaja Henrique Sereno, con el que ya se ha llegado a un acuerdo, pero cuya llegada se está demorando en exceso.

Junto al portugués, que puede ocupar también el puesto de lateral, se intentaría traer a otro defensa, pero esta contratación corre menos prisa y estaría supeditada a la disponibilidad de dinero para salarios. Si la contratación de Sereno también fallase, ya hay otro candidato al puesto que responde a los solicitado por el entrenador.

En la delantera, la ficha de Mitroglou (jugador griego del Fulham) sigue siendo un importante problema a la hora de concretar su adquisición. También se negocia con el Croata Kalinic y están abiertas las opciones del paraguayo Sanabria y el argentino Blandi.

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