Los 100 días frenéticos de Tino Fernández en el Dépor

José M. Fernández A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

El nuevo consejo reforzó el plantel, cerró el acuerdo con Hacienda y afianzó el ámbito relacional

01 may 2014 . Actualizado a las 10:12 h.

Cien días de gracia. Un tiempo prudencial para que cualquier nuevo Gobierno se ponga en marcha y un período de tolerancia opositora en el que la inexperiencia redime de cualquier pecado venial. Esta noche se cumplen cien días desde la llegada a la presidencia del Deportivo de Tino Fernández, un brusco y necesario cambio de timón de un barco que navegaba a la deriva y que, pese a la irreductible incomprensión del pasado, parece enderezar el rumbo. Cien días frenéticos, en los que al nuevo consejo de administración del Deportivo le ha tocado poner las bases de lo que debe ser el nuevo club y a su presidente multiplicarse en reuniones infinitas. Primero, tapar las vías de agua; después, poner en marcha la nueva estructura.

Mercado de invierno

Los refuerzos para sustituir a Culio y Kaká

La elección de nuevo presidente se produjo el 21 de enero, pocos días antes de cerrarse el mercado de invierno. Una vez pactada con el anterior consejo de administración la salida de Culio y la de Kaká, la prioridad era reforzar una plantilla a que ya se habían incorporado Salomao y Toché. Posteriormente, llegaron Sissoko, Rabello, Lopo e Ifrán. Con el mismo coste, el Dépor, que había arrancado con una plantilla muy justa, salió reforzado del mercado invernal.

Hacienda

Acuerdo singular por la deuda privilegiada

Cualitativamente, la prioridad más importante del nuevo consejo de administración. Una vez firmado un convenio de acreedores, Tino Fernández intensificó las negociaciones con la Agencia Tributaria, principal acreedora del club pero que, incomprensiblemente, había quedado al margen de las negociaciones del convenio. Con la posibilidad de que se reactivaran los embargos -incluso llegó a producirse uno-, el Deportivo firmó con Hacienda el 7 de marzo el acuerdo singular sobre los 62 millones de euros de deuda privilegiada que ponían en peligro la continuidad del club y sobre los que después de un año de concurso Lendoiro había sido incapaz de abrir negociaciones. El Dépor deberá afrontar en 17 pagos semestrales los 42 millones de deuda privilegiada. Posteriormente, la Audiencia Provincial rechazó el recurso de Hacienda que pedía clasificar como deuda privilegiada los 21 millones que el juez Rafael García había calificado como crédito subordinado. También se han mantenido conversaciones con las entidades financieras para negociar el pago de los aproximadamente 36 millones de euros que se les adeudan. El acuerdo no se ha firmado, aunque, al parecer, solo falta que bancos y Hacienda se pongan de acuerdo sobre el reparto de una de las cantidades embargadas. Además de avanzar las conversaciones para el próximo contrato, llegó a un acuerdo por los cinco millones con los que había que indemnizar a Mediapro por los dos descensos.

Ámbito institucional

Normalizar las relaciones

Para Tino Fernández era urgente que el Deportivo recuperara el diálogo con las instituciones, tanto públicas como privadas. En este sentido, se ha entrevistado con las principales autoridades deportivas (CSD, Federación Española, Liga de Fútbol Profesional o AFE, políticas (presidentes de la Xunta y de la Diputación y alcalde de A Coruña), y de otros ámbitos, como el rector de la Universidad de A Coruña.

Juicios

Las Palmas, Lafita y los casos Evaldo y Camuñas

Al margen de los procesos judiciales derivados del concurso de acreedores, los nuevos asesores jurídicos del Deportivo encaran más frentes de los que inicialmente pensaban. Al margen de ganar el juicio al Las Palmas, zanjaron los pleitos abiertos con el Zaragoza por el caso Lafita y tratan de poner al día el goteo de conflictos derivado una gestión deficiente y descuidada: sanciones derivadas de que Evaldo jugará sin permiso de trabajo y de residencia o que Camuñas no fuera dado de alta hasta seis meses después de llegar al Dépor.

El futuro

La due diligence, la reestructuración del club y la junta de accionistas

El nuevo consejo de administración del Deportivo prometió la puesta en marcha de una due dilligence cuyos resultados, al parecer, están a punto de conocerse. Una auditoría que debe poner sobre la mesa la situación actual del club en todos los ámbitos. El final de la temporada debe coincidir con la reestructuración a todos los niveles del club y la anunciada junta de accionistas que apruebe las cuentas y el presupuesto de esta temporada y la modificación de los estatutos que desactive la profesionalización de la presidencia.