El cuestionado Ernesto Bello

Pedro José Barreiros Pereira
Pedro Barreiros A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

El secretario técnico tiene ocasión por fin de demostrar su valía

28 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Las dos grandes pasiones de Ernesto Bello son el Dépor y el trabajo del fútbol base. Solo una vez se alejó de la primera: aquel par de años en que se incorporó al Zaragoza como gerente de la Ciudad Deportiva. Se atrevió porque el entorno le traía recuerdos. «Conozco bien Zaragoza, porque hice la mili ahí, en Garrapinillos», contestó en una entrevista a El Periódico de Aragón nada más llegar.

Y solo ahora, desde su regreso a A Coruña, permanece alejado de la segunda. Apodado El Chato y con 52 años, practicó boxeo cuando era joven, por lo que, en tono de broma, algunos opinaban que Lendoiro precisa de un guardaespaldas, cuando se encamina a los 70 años. Otros, en cambio, sostienen que su papel real en el club es el de recadero del presidente. Sorprende que entre estos se cuente a la mano derecha de Lendoiro, su abogado Germán Rodríguez Conchado, quien en una entrevista al diario deportivo DXT Campeón calificó a Bello como «uno de los más desleales e inútiles colaboradores» del presidente.

Estas declaraciones no hacen sino situar aún más en la diana su papel en el club, donde no trasciende cuál es realmente su labor, y llegan justo cuando más debe afinar su tarea, con una pretemporada en ciernes marcada por la dramática situación financiera del club y en la que las incorporaciones se prevén contadas.

Hasta ahora no ha aportado mirlo blanco alguno al primer equipo. En el cargo desde el mercado de invierno 2010-11, la temporada que acabó con el descenso tras 30 años en Primera, el club coruñés protagoniza una política de fichajes fuertemente cuestionada. La entrega a Jorge Mendes marca ahora el rumbo. Pero si únicamente se tomasen en consideración las incorporaciones al margen del agente portugués, tampoco Ernesto Bello encontraría cómo defender su gestión. Llegaron Javito (sin jugar a causa de que no llegó su pase internacional), Sand (apenas utilizado debido a su mal estado de forma) y Xisco, víctima de sus lesiones.

En la temporada del ascenso le siguieron, sin intermediación de Mendes, Lux (suplente), Jesús Vázquez (sin presencia), Ayoze (cuestionado por la grada) y Borja (que jugó a cuentagotas). En la campaña más reciente, castigada con un nuevo descenso, solo Abel Aguilar lo salva, mientras lo condenan Camuñas (ausente) y Marchena, protagonista no más que en momentos puntuales.