Los administradores aseguran que las cuentas de Lendoiro son falsas

Alexandre Centeno Liste
Alexandre Centeno A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

Dicen que su gestión se ha caracterizado por un «generalizado desprecio» a las normas

15 feb 2013 . Actualizado a las 14:53 h.

La administración concursal del Deportivo ha perdido toda la confianza en Lendoiro. Así lo recogen los informes firmados por Prada Gayoso y Fernández Maestre en el que piden a la jueza del Mercantil número 2 de A Coruña, Zulema Gento Castro, que retire las facultades económicas a Lendoiro y su consejo, así como su sueldo (actualmente cerca de 400.000 euros al año), el cambio de empresa auditora, el nombramiento de un gerente y asumir el control de las empresas del grupo.

Estos escritos critican con severidad la gestión de Lendoiro durante años, asegurando que ha incumplido reiteradamente las normas contables, ocultado información o maquillado las cuentas, entre otras acciones que entienden punibles. Llega a decir que «su gestión durante el pasado reciente y no tan reciente constituye manifestación palmaria de un generalizado desprecio a las múltiples disposiciones legales».

Libros de contabilidad

«No ofrecen credibilidad»

La administración concursal expresa la obligatoriedad de legalizar los libros, ya sean encuadernados o mecanizados. Sin embargo, recoge que el Deportivo estuvo sin hacerlo entre los ejercicios 2007-2008 y 2011-2012. Sí lo hizo unos días antes de la solicitud del concurso.

«Así las cosas, no es posible conocer cuándo se confeccionaron los libros, ni si hubo o no otras versiones previas o se introdujeron cambios; dada la apariencia material de los tomos, nos inclinamos a pensar que la confección se realizó ahora, con ocasión de la presentación al Registro», subraya antes de aseverar: «Los libros de contabilidad, por tanto, no ofrecen credibilidad». Misma argumentación usan con el depósito de las cuentas, que tras no ser llevadas al registro durante años se hizo poco antes de pedir el concurso.

Cuentas anuales

«No reflejan la imagen fiel e incumplen exigencias legales»

Destacan los administradores que «como refleja sistemáticamente el informe del auditor externo», el club ha cometido una serie de irregularidades como «que la deuda reflejada frente al acreedor Agencia Tributaria no se corresponde con la realidad», las cuantías de los principales activos se han revalorizado «pese a la clara prohibición» del Código de Comercio, además de no registrar «adecuadamente las amortizaciones exigidas». Además, entiende la administración que «se registra un supuesto fondo de comercio (derecho de la plaza en Primera) sin haber sido adquirido a título oneroso, contra la prohibición explícita del artículo 39.4 del Código de Comercio».

Por todo ello entienden que «las cuentas anuales no muestran la imagen fiel del patrimonio, de la situación financiera y de los resultados, e incumplen las exigencias legales».

Patrimonio

«La entidad se encontraba en causa de disolución desde hace varios años»

Sostienen Prada y Fernández que «si las cuentas anuales, y la contabilidad de la que proceden, se hubiesen formulado y llevado con sujeción a las normas imperativas que las regulan, se habría puesto en evidencia que la entidad carecía realmente de patrimonio y se encontraba en situación de forzosa disolución desde hace varios años».

Cambios estatutarios

Mantuvo en secreto varios acuerdos de los accionistas

Los administraciones concursales destacan que, entre otras irregularidades, el consejo de administración que preside Lendoiro ha ocultado importantes acuerdos de juntas de accionistas. Entre ellos cita uno del 26 de noviembre de 1999, en el que se pactó el sueldo de Lendoiro: «Este acuerdo se protocolizó el día 6 de noviembre de 2012, y se presentó a inscripción el día 8 siguiente, es decir, prácticamente 13 años después; entretanto, el acuerdo se mantuvo en secreto». También informan a la jueza de que idéntica situación ha ocurrido con los diferentes acuerdos de ampliación de capital adoptados en juntas generales. Cita el del 29 de diciembre del 2003, cuya inscripción se completó el 4 de enero del 2012 -«con nueve años de retraso», aseguran-, el del 27 de abril del 2007 e inscrita el 20 de noviembre del 2012.