El lastre de los viejos vicios

Xurxo Fernández Fernández
xurxo fernández A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

La fragilidad defensiva del Dépor vuelve a anular el efecto de su pegada

28 ene 2013 . Actualizado a las 03:47 h.

Riki no pudo hacer más para que el equipo obtuviera menos. Como si nada hubiera cambiado, el Dépor volvió a desperdiciar goles. Pecado mortal de un colista.

Errores defensivos

La espalda de Aythami y Sivio. El Dépor recayó en viejos vicios y derrochó dos tantos a favor sin obtener un solo punto. Groseros errores defensivos que pudieron haber costado aún más caros. La delantera che tuvo escaso acierto y Aranzubia muchos reflejos. Las mejores ocasiones para el Valencia llegaron a la espalda de Aythami, casi siempre fuera de sitio ante la movilidad de la línea ofensiva visitante. Paciência trató de juntar líneas adelantando la defensa, pero la lentitud y falta de colocación de varios inquilinos de la zaga blanquiazul convierte esa propuesta en un suicidio. El choque de ayer dio la razón al míster en su exigencia de refuerzos.

Al desacierto de Aythami se sumó el de Manuel Pablo, que convirtió a Bernat en Maradona, y sobre todo el de Silvio (el puesto de lateral izquierdo sigue desierto). No solo alentó la reacción che con su expulsión, sino que perdió el sitio con frecuencia y erró al cubrir su zona en el primer gol visitante. El técnico deportivista arriesgó al no citar más defensas que los cuatro titulares y Jesús Vázquez tuvo que estrenarse en un papel completamente ajeno. Lo pagó con su fallo en el marcaje del 2-3.

Jugadas de estrategia

Graves lagunas defensivas. El Valencia consiguió rematar tres de los primeros cuatro saques de esquina que efectuó. El inaugural, a los 30 segundos, desembocó en gol después de que Jonás se fuera de su marcador y se adelantara a Silvio, presunto encargado de tapar los centros al primer palo. Obtuvieron réditos los de Valverde de su primer córner a favor, y también exprimieron el último. Entonces fue Jesús Vázquez el que permitió rematar a Ricardo Costa. Fallos en los saques de esquina que no se enmendaron en ataque. Los centros de Pizzi casi nunca superaron al defensa del primer palo. La estrategia solo funcionó en el lanzamiento de falta del tanto inicial del Dépor.

Acierto ofensivo

Riki se quitó la espina. Tres disparos, dos goles. El reencuentro de Riki con el Valencia en Riazor dejó una estadística impropia del de Aranjuez, excepcionalmente efectivo. Al 11 blanquiazul le favoreció una vez más la estrategia ofensiva que Paciência ha implantado en el Dépor. La salida es fugaz en busca de la portería contraria, sin entretener la pelota en la elaboración. Pizzi y Bruno Gama alternan con Riki las bandas y la zona de remate, abriendo espacios y fijando defensas contrarios. Así ocurrió en el 2-1, cuando el delantero pudo ganar el centro y chutar con la zurda.

El papel de aranzubia

El primer pase en las contras. Inmenso de reflejos, Aranzubia no solo sostuvo al equipo hasta el minuto 91 con varias intervenciones fenomenales; además, volvió a erigirse en origen de las contras blanquiazules. Durante la semana, el arquero ensayó varias veces el golpeo en largo tras parada y ayer lo puso en práctica para convertirse en la solución del Dépor ante la presión adelantada del Valencia.