Un tándem perfecto camino a Tokio

DEPORTES

El triatleta Gustavo Rodríguez, de 38 años, se propone ir a los juegos como guía de Héctor Catalá

11 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

A punto de cumplir los 39, el triatleta tudense Gustavo Rodríguez vuelve a aferrarse «al sueño de todo deportista». Como ciclista estuvo lejos dado el gran nivel, mientras que la distancia con la que compite en triatlón no es olímpica. Ahora su oportunidad para acudir a los Juegos de Tokio tiene nombre propio, se llama Héctor Catalá y es el paratriatleta con el que está ejerciendo de guía. La semana pasada compitieron juntos por primera vez ganando el campeonato de España y el próximo fin de semana se pondrán a prueba en el Mundial de Australia. «Espero que sean las primeras de muchas», dice Rodríguez.

El deportista cuenta con sinceridad que esta nueva faceta nunca se le había pasado por la cabeza. «Todo fue a través de Susi», dice en alusión a Susana Rodríguez Gacio, paratriatleta con discapacidad visual al igual que Catalá. «Al saber que su distancia va a ser olímpica, le hablaron de mí, porque al haber sido ciclista encajaba como piloto de tándem», precisa. Les pusieron en contacto y «sin pensarlo mucho», se metió «de lleno» en la nueva aventura.

Algo que surgió «de la noche a la mañana» se ha convertido en la gran ilusión del tudense junto al Mundial de Kona 2019. Precisamente si por algo se lo pensó antes de dar el sí a Héctor fue por la compatibilidad de ambas metas. «Las dos cosas exigen que estés centrado, pero creo que viendo el calendario y organizándose no solo es que encajen, es que creo que cada una puede sumar respecto a la otra», valora.

«Ser guía te exige automatizar el proceso mucho más que cuando compites solo y tener todo muy claro: los pasos, las transiciones, ser más rápido, más ordenado...», describe. Por eso está convencido de que esta nueva experiencia también le va a beneficiar en sus objetivos individuales. «Estoy seguro de que lo voy a notar para bien», pronostica con optimismo.

Además, el entendimiento entre Héctor y Gustavo, que entrenaron juntos la semana previa al Campeonato de España, fue instantáneo, tanto en lo personal como en lo deportivo. «Es importante tener un nivel similar, pero también que haya una conexión, que sepas transmitir las sensaciones al otro. Tener un buen feeling es fundamental», analiza.

El mejor maestro para tratar de convertirse en un buen guía lo ha tenido Gustavo en el propio Héctor. «Lleva años y tiene las cosas claras. Hay unos patrones fijos planificados al detalle que tenemos que seguir para que todo salga bien y ahí ha sido él quien me ha guiado», revela. Siente que su nuevo compañero le ha hecho «un regalo» que, además, es «una excusa más» para seguir posponiendo su retirada. «Como mínimo -constata-, hasta el 2020».

«No es un juego, un fallo mío puede dar al traste con su trabajo y es una responsabilidad»

Ocho años después de iniciarse en el triatlón, con Héctor ha revivido la sensación de volver a empezar. «Este es un deporte completamente individual y estoy experimentando de nuevo lo que es compartir esfuerzos», recalca. Sin olvidar la responsabilidad que ahora asume. «No es un juego, Héctor lucha por la clasificación para los Juegos y cualquier fallo no repercute solo en mí como estoy acostumbrado, sino que puedo echar al traste el trabajo de una persona que está centrada en esto», recuerda. Un estímulo más, asegura, que le empuja a dar lo mejor de sí mismo junto a su nuevo compañero.

En competición, Gustavo señala que la natación le ha resultado el sector más tranquilo -«sales por categorías y no hay el agobio de un grupo grande»- que no le exige dar su máximo, mientras que al salir del agua se incrementa la tensión. «Vas con la idea en la cabeza de hacer todo como habíamos hablado para no liarla», confiesa divertido. En la bici sí necesita dar el 100 %. «Héctor es muy buen ciclista, es nuestro fuerte, un sector muy intenso. Después la carrera sí puedo hacerla algo más desahogada centrándome en guiarle en su ritmo, que llegue a tope sin pasarlo», desgrana.

Aunque estos primeros retos los han preparado «sobre la hora», de manera casi improvisada, en el 2019 elegirán con detenimiento las carreras para planificarlo todo al milímetro.