Bea Gómez cierra su etapa en la residencia Blume

DEPORTES

La nadadora se despidió de sus compañeros con un emotivo mensaje en redes sociales

23 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Tres años después de dejar Pontevedra para irse a Madrid para seguir progresando en una carrera meteórica que le llevó a disputar los Juegos Olímpicos de Londres con solo 17 años, Bea Gómez anunció ayer a través de redes sociales el fin de su etapa en la residencia Blume.

«Y así me despido de una bonita etapa de mi vida, tres años en los que he vivido tanto buenos como malos momentos, tristezas y alegrías que me han hecho aprender y crecer tanto en lo profesional como en lo personal. Quiero dar las gracias a todas las personas increíbles que me han acompañado en algún momento de este viaje, por haberme hecho el camino más fácil y hacerme sentir como en casa [...] ¡Os quiero Team Blume! Se avecinan cambios...», publicó la pontevedresa en Instagram, provocando numerosas reacciones y recibiendo multitud de mensajes de sus allegados.

Minutos después, Bea Gómez atendió la llamada de La Voz, pero no quiso profundizar más en los motivos de este adiós. La pontevedresa, de 22 años, se limitó a confirmar que no continuará en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid, pero sin desvelar cuál será su futuro. «Se acaba esta etapa para mí después de tres años, pero aún no tengo claro qué voy a hacer el año que viene», afirma. Y añade: «Me hace falta un cambio. Es posible que en una o dos semanas tenga una decisión tomada». El anuncio de su adiós a la Blume llega cuando la nadadora ha decidido poner fin a su temporada, pese a que todavía queda por disputarse el Campeonato de España de verano que se celebra del 1 al 5 de agosto en Tarrasa. Sin embargo, Bea Gómez explica que «no estoy en la mejor forma, y no me gusta competir si no estoy al 100 %. Los médicos me recomendaron levantar el pie, y no pude entrenar lo que me habría gustado».

Campeona del mundo júnior en 200 estilos en el 2011, Bea Gómez se convirtió en una de las grandes promesas de la natación gallega y nacional ganándose el derecho a competir en los Juegos de Londres. Allí, la pontevedresa logró clasificarse para las semifinales en los 200 estilos, aunque después no lograría el pase a la final. Tras la cita olímpica, Bea Gómez continuó dos años más entrenando en Pontevedra, pero poco después de la marcha de su hasta entonces entrenador, Pepín Rivera, al Santa Olaya asturiano, decidió aceptar la oferta de la federación para irse a Madrid a trabajar con el grueso del equipo nacional.

Sin embargo, desde su llegada a la capital, diversos problemas físicos han condicionado su rendimiento. En la primavera del 2015, en una revisión rutinaria durante una concentración con el combinado nacional en Tenerife, le descubrieron una pequeña cardiopatía congénita que le obligó a pasar por el quirófano. Tras este contratiempo, del que logró recuperarse en tiempo récord, unas insistentes migrañas volvieron a obligarle a parar y acabaron impidiéndole clasificarse para los Juegos de Río al no nadar por debajo de la marca mínima exigida en el campeonato de España, pese a que lo lograría solo unas semanas después en una competición internacional. Y esta temporada, su rendimiento ha vuelto a verse condicionado por sus problemas con las migrañas, aunque en los últimos meses parecen haber mejorado y la pontevedresa confía en que pronto sean solo un mal recuerdo.