Fernando Echávarri: «Me gustan los barcos rápidos»

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Acaba de ganar la Copa del Mundo y defiende su galleguidad pese a haber nacido en Santander

12 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Con la medalla de oro en la Copa del Mundo de vela todavía caliente, Fernando Echávarri Erasun (Santander, 1972) confiesa que el principal ingrediente en la receta de su eterna juventud es el amor por su deporte. Una pasión que le acompaña desde que comenzó a navegar por la ría de Pontevedra con tan solo ocho años y que mantiene desde que en 1993 se enroló en el equipo nacional. Eso sí, reitera su galleguidad, pese a quien le pese.

-Están en racha.

-Sí, llevamos un año muy bueno tras ganar en Hyeres, Palma y ahora en Santander. No puede ser mejor. Tras los Juegos, en donde las cosas no salieron, esto nos sirve como premio a todo el trabajo que habíamos hecho.

-Una lástima que los Juegos Olímpicos no sean este año.

-[Risas] Pues sí, pero bueno, ya sabe cómo es esto… Estas victorias son el reflejo del trabajo que habíamos hecho el año pasado. Las cosas no salieron en Río pero no porque no fuéramos preparados y esto quizás lo demuestre.

-Pero ahora los barcos de su clase, Nacra 17, cambian. En unas semanas serán voladores.

-Hemos estado probándolo hace un mes en Holanda y para el Campeonato de Europa [en julio, en Kiel] lo vamos a tener. Básicamente, el barco es el mismo, pero todo lo que va debajo del agua se modifica de tal manera que los foils hacen que se eleve en determinadas condiciones tal y como hacen los de la Copa América. 

-¿Y les beneficia o les perjudica?

-Hay que actualizarse. Hay que aprender a volar. Así que no lo sabemos realmente. Va a ser una nueva etapa, vamos a adaptarnos lo mejor posible y a disfrutar mucho, porque el barco es espectacular. También es más peligroso y por eso estamos preparando bien el tema de la seguridad, porque las velocidades son muy altas y los golpes pueden ser muy fuertes. Tenemos que ver también cómo influye el tema de pesos… En quince días nos llegará el barco y veremos.

-¿Cuál es su secreto para aguantar tantos años en la élite mundial de la vela?

-Los pimientos de Padrón [risas]. No, bromas aparte, pues sobre todo porque disfruto haciendo esto. La vela me llena mucho, es con lo que disfruto, y eso hace que consiga llenarme de motivación para seguir. Tengo un equipo estupendo, Tara [Pacheco] es una supertripulante y, mientras disfrute, voy a seguir. Hace unos años tomé una mala decisión, dejarlo, y por suerte me di cuenta a tiempo. Tuve gente a mi alrededor que me dijo: ‘Fernando, vuelve a ponerte las botas, que creemos que aún lo puedes hacer’. Y efectivamente, nos pusimos otra vez a navegar y, poco a poco, hemos vuelto a coger el hilo que teníamos antes.

-El COI introducirá en Tokio equipos mixtos en otros deportes. Ustedes han sido pioneros.

-Pues sí. Y estoy gratamente sorprendido de la combinación de sexos. Es muy complejo, pero si consigues que funcione, el resultado es muy bueno. Yo estoy muy a gusto navegando con una mujer.

-¿Por qué es complejo?

-Porque somos diferentes en muchos aspectos. Saber gestionar esas diferencias es difícil pero si eres capaz haces la diferencia. Tienes que intentar sacar lo mejor de cada género para que las cosas funcionen. Como así ha sido.

-¿Qué le aporta Tara?

-Todo. Y eso que antes he tenido a Antón [Paz] que es un figura… Por suerte he tenido a lo largo de mi carrera grandes tripulantes y eso ha influido en gran parte de los éxitos que he conseguido. Tara es una chica que venía del 470, pequeñaja, pero que ha sido capaz de hacer una gran preparación física durante estos tres años hasta convertirse en una completa atleta. La manera en la que se ha involucrado es digna de mención porque no partía de unas cualidades brutales como para ser una tripulante físicamente fuerte. En cambio, sí era ya una gran regatista, venía de ser patrona, y ahora combina las dos cosas.

-Ha estado en Optimist, Láser, Tornado, Star y ahora Nacra. ¿En cuál se ha sentido mejor?

-Son barcos completamente diferentes. Pero lo que prima es navegar, la preparación que hagas, lo que vas aprendiendo durante los años… Todos te complementan y te dan una visión global que te ayuda a ser más completo como regatista. Al final, en la vela, cuanto más conocimientos tienes más capacidad de adaptación dispones. A mí me gustan los barcos rápidos. Los catamaranes me encantan. Son la suma de toda la técnica de este deporte con la adrenalina de la velocidad, de pensar muy rápido, de estar físicamente bien preparado…

-¿Qué le parece que le llamen gallego-cántabro?

-Esa es una guerra que tengo desde hace tiempo. Mi actividad deportiva siempre la he desarrollado en Galicia y los gallegos se merecen que yo sea gallego. Y lo soy y lo vendo así. Otra cosa es que como nací en Santander, cada uno quiera barrer hacia su casa. Pero yo siempre digo que soy gallego, independientemente de donde haya nacido, de que en Cantabria tenga familia o de que esté viviendo aquí porque es en donde está el centro de alto rendimiento. Me alegro siempre de pelear por Galicia porque es donde me han dado la oportunidad de estar donde estoy.