El final perfecto de Buffon

Daniel Panero

DEPORTES

Al meta italiano, ocho veces ganador de la Serie A y campeón del mundo, solo le falta la Champions antes de retirarse el próximo año

03 jun 2017 . Actualizado a las 19:47 h.

«Este sería casi el final perfecto para mi carrera». Así definió Buffon lo que tiene entre manos en Cardiff. El legendario meta italiano vuelve al momento decisivo con el objetivo entre ceja y ceja. No ha parado de perseguirlo desde que debutó hace 22 años con el Parma, una ambición que ha tocado con la punta de los dedos en dos ocasiones, pero que siempre le ha sido esquiva. Ha llegado la hora de cerrar el círculo.

«Se merece esta Champions» o «es una leyenda que hace más grande este deporte». Así se deshicieron en elogios dos emblemas del madridismo como Casillas y Ramos días antes de la final al recordar a Buffon. No es para menos, Gigi ha trazado una leyenda en torno a su figura a la que se han rendido aficionados y rivales. Lo ha conseguido prácticamente todo. Es el jugador con más scudetti (8) de todos los tiempos, es campeón del mundo con la selección italiana y tiene rendida a la afición del Juventus Stadium tras seguir en el equipo en Segunda División, pero no es suficiente, le falta la orejona. «No hay nada mejor que recibir un premio cuando has querido algo tanto tiempo», aseguró Buffon en rueda de prensa. 

La ha perseguido desde principios de siglo. La tuvo a centímetros en dos ocasiones. En el 2003 el destino fue cruel. Aquella Juventus, de la que solo él sobrevive, había tumbado al Barcelona y al Madrid en cuartos y semifinales, respectivamente, pero se topó con la tanda de penaltis en la final ante el Milan. Doce años después, el equipo culé le privó del título en Berlín.

Solo ha ganado dos de las ocho finales que ha disputado, nadie ha perdido tantas. En esta ocasión, Buffon llega en una segunda juventud. Fue decisivo en las semifinales frente al Mónaco con hasta cuatro intervenciones clave, una exhibición que tuvo agilidad, colocación y experiencia a partes iguales, un partido impropio de un portero que roza los 40 años y que siente la final de Cardiff como uno de sus últimos cartuchos. «Seguramente sean emociones distintas a las de otro jugador más joven o de otro que ya ha ganado la competición. Para mí va a ser mucho más especial», dijo ayer. 

Un jugador de otro siglo

«Cuando Mbappé nació (diciembre de 1998), yo ya había jugado la Copa del Mundo de Francia», declaró el guardameta en una entrevista concedida a la UEFA. La trayectoria de Buffon antes de su partido cumbre es tal, que puede presumir de haber jugado con futbolistas de hasta seis décadas diferentes. Debutó el 19 de noviembre de 1995 en un encuentro entre el Parma, equipo en el que se formó, y el Milan. En aquella ocasión, el técnico Nevio Scala se quedó sin alternativas en la portería y era el momento de dar la oportunidad a un portero de apenas 17 años.

Desde aquel día, más de mil partidos e infinidad de compañeros. En ese debut, Gigi suplió con solvencia a Galli, nacido en la década de los 50 que logró hacerse un hueco en el glorioso Milan de finales de los 80 y principios de los 90. Ese meta, que hoy peina casi 60 años, tiene un nexo en común con Moise Kean, la joven perla del Juventus nacida en febrero del 2000. Los dos han jugado con un Buffon que esta noche busca el único título que se le resiste. Es la penúltima oportunidad antes de retirarse en el 2018, fecha que se ha marcado para colgar los guantes.