O Parrulo, el éxito de un modesto

Jose Valencia FERROL / LA VOZ

DEPORTES

CESAR TOIMIL

El conjunto ferrolano volvió a la élite con el presupuesto más pequeño de Segunda

23 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En el deporte y en la vida, en general, el dinero facilita las cosas y allana el camino, aunque no siempre es la única vía para triunfar. El compromiso, la motivación, la pasión y hasta la imaginación a la hora de buscar soluciones son otra ruta que, al menos a veces, funciona. O Parrulo Ferrol logró el pasado domingo el ascenso a la élite del fútbol sala nacional, lo consiguió desde la humildad, disponía del presupuesto más pequeño de toda la Segunda División, apenas 150.000 euros, y con unos jugadores que viven de su trabajo o estudian.

Consiguieron un premio que, de inicio, no buscaban, ni esperaban. Iniciaron la temporada con la meta de la permanencia y acabaron por delante de algunos de los buques insignia de la categoría, los favoritos, con grandes presupuestos, que se quedaron por el camino, como el Elche, al que superaron en la última ronda del play off de ascenso.

Diego Ríos (Lugo 1984), un entrenador de solo 33 años, más joven que alguno de los jugadores a los que prepara, es uno de los artífices del milagro ferrolano: «Sé que suena a una frase hecha -comenta-, aunque ascendimos por el simple hecho de que creímos y creer es poder. Comenzamos la temporada con la meta de la permanencia, acabamos séptimos en la liga y nos colamos en el play off de ascenso. Nos lo tomamos como un premio, no había exigencias ni presión por parte del club para subir. Esa fue otra de las claves».

Los ferrolanos lo han tenido todo en contra. Rivales con más potencial deportivo y recursos económicos y el factor cancha en contra. O Parrulo pasó la primera eliminatoria frente al Antequera de Málaga, tras ir a un partido de desempate. En la ronda definitiva, frente al Elche, comenzó con una derrota en casa, aunque ganó los dos encuentros en tierras ilicitanas, encajando tan solo un tanto en los dos choques.

El domingo, tras el ascenso, no hubo champán, ni tiempo para disfrutar, tocó secarse las lágrimas de alegría, un pedazo de pizza para cenar y regreso a casa en tres furgonetas alquiladas, ya que el lunes muchos de los jugadores tenían que ir a trabajar.

No será un ascenso histórico, los ferrolanos ya subieron a la máxima categoría en 1998 y se mantuvieron hasta el 2003, aunque sí fue algo maravilloso por ser inesperado. Superado el obstáculo deportivo, ahora llega lo más difícil, lograr los recursos para competir con dignidad en la máxima categoría. Habrá que doblar el presupuesto, llegar a los 300.000 euros y eso, en Ferrol, en donde todavía no se han podido aprobar los presupuestos municipales, y tiene un paro cercano al dieciséis por ciento, son palabras mayores.

Jugadores con sueldos entre los 150 y los 200 euros al mes

El sueldo más alto entre los jugadores del club de fútbol sala ferrolano es de unos 500 euros al mes, aunque es una excepción. La media es de 150 o 200. «Con tres mil euros solucionamos un mes -dice Julio Martínez, el presidente-, cuando a veces hablas con mandatarios de otros clubes de la categoría y se lo comentas, la gente se sorprende y no falta quien te comenta que el total de ese dinero lo cobra un solo jugador de su plantilla».

O Parrulo estuvo a punto de renunciar a la fase de ascenso por falta de recursos. Las habas estaban contadas y nadie había previsto a la hora de hacer el presupuesto esta asombrosa posibilidad. Tras llamar a la puerta del Concello de Ferrol, en donde no recibieron otra contestación más que «es imposible», fueron los propios jugadores los que renunciaron al último mes de su salario para hacer frente a un desplazamiento a Málaga, ya que en la primera ronda de la promoción para subir les tocó el Antequera.

Es probable que alguno de los protagonistas de esta hazaña no pueda disfrutar de competir en la élite la próxima temporada. En la Primera División hay varios partidos que se disputan los miércoles y es habitual jugar los viernes, por lo que si hay desplazamientos se viaja el jueves, imposible para alguien que trabaje, a no ser que pueda disfrutar de días libres o consuma sus vacaciones estivales. Sin embargo, seguro que nadie hizo esta reflexión. La motivación y el esfuerzo físico de todo el grupo fue encomiable.

El equipo funcionó bien por el compromiso de todos y la familiaridad. Apenas hay futbolistas foráneos, la mayor parte de los componentes de esta plantilla son de Ferrol, Lugo o A Coruña. Una mezcla de veteranía y juventud, que ha combinado bien en el histórico club ferrolano.