Gigi, el respeto

José M. Fernández PUNTO Y COMA

DEPORTES

08 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Salvo que el descaro de Mbappe, Fabinho, Bakayoko o Bernardo Silva lo impida -y espero que no suceda-, la Juve estará en Cardiff el 3 de junio. Para la Vecchia Signora será la octava final de Champions, la tercera para Gianluigi Buffon, el portero de toda una vida y, junto a Xavi, la prueba de que el Balón de Oro es tan accesorio para el fútbol como injusto fue en el pasado el derecho de retención o prescindible Villar en el futuro. El jueves, en vísperas del derbi de Turín, varias pintadas ridiculizaban al Torino en el aniversario de la tragedia de Superga, el accidente aéreo que le costó la vida a 31 personas, 18 de ellas futbolistas. «Honor a ustedes, campeones del Gran Torino, para la eternidad. Y perdón para aquellos que cometen actos tan incalificables como burlarse de ustedes o faltarles al respeto», clamó Buffon, en un acto de respeto al rival y al fútbol, y de repulsa de los ultras de su equipo, autores de las vergonzosas pintadas.

Buffon cumplió en enero 39 años, ha jugado más de mil partidos oficiales, sigue siendo el portero por el que más se ha pagado (el equivalente a 53 millones de euros abonó la Juve al Parma en el 2001), está a punto de conquistar la octava Liga, tiene un Mundial, ha dejado su portería a cero en 440 partidos y ha sido 168 veces internacional. Gigi, al que solo le queda ganar la Champions, también ha pasado sus apuros: en el 2003, superó una fuerte depresión provocada por el temor a saltar a un terreno de juego; y en el 2006, el mismo año en que acompañó a la Juve en su descenso a los infiernos por el Moggigate, confesó su adicción al juego.

El miércoles, tras ganar en el Luis II al Mónaco, le pidió la camiseta a Mbappe: «Cuando yo empezaba, nadie quería cambiarme la camiseta. Por eso se la he pedido». Todos recordamos sus gestos de complicidad con Casillas, con el que competía por el trono de mejor portero del mundo, sus elogios a Messi -«le toqué la última vez que coincidimos, quería asegurarme de que es un ser humano»- o a Morata, el joven que protegió en Turín y que regresó al Madrid: «El destino le ha premiado, la vida es esto, si te compartas bien la vida te da satisfacciones».

También el jueves, Mijatovic, exdirector deportivo del Madrid, exponía su versión del fútbol: «La Juve es un equipo perdedor en Champions, el Madrid siempre gana las finales». Para el fútbol, Buffon siempre será una leyenda y Mijatovic, el autor del gol en fuera de juego que privó a la Juve de su segunda Champions en 1998, la séptima para otros.