Puede que sin saber cómo ni por qué, lo que en principio considerábamos la gran explosión y popularización del atletismo tornó en un fenómeno llamado running y que hasta la fecha no hemos sabido canalizar en beneficio de nuestro deporte y de los atletas.
Cada vez es más raro el grupo de amigos en el cual no se producen retos, apuestas y objetivos deportivos, y no siempre los afrontamos de manera objetiva y coherente, siguiendo los pasos que nos llevan al mismo con garantías de éxito y salud.
No debemos olvidar que el primero de nuestros objetivos debe ser la salud, la diversión y aportarnos todo aquello que el ritmo de vida actual nos roba. Me encanta ver los parques y carreteras llenos de runners, incluso ver cómo compañeros del colegio que nunca se plantearon correr, hoy lo consideran mucho más que un deporte, una forma de vida.
El contraste lo encontramos al ver que en ocasiones nos falta respeto a las distancias y perfiles de las pruebas, nos falta planificación en nuestros entrenamientos y puede que lo más importante, nos falta un reconocimiento médico que nos garantice que estamos en plenas facultades de someter a nuestro organismo a un esfuerzo de alta intensidad y larga duración.
El otro contraste que no logro explicar es la poca conexión entre el atletismo federado y de pista y el running popular, pues creo que esta unión y acercamiento sería tremendamente beneficioso para ambas partes, enriqueciéndose mutuamente.
El atletismo ha existido siempre y el running ha llegado para quedarse, creo poder decir que toda persona sana y bien entrenada está capacitada para correr un maratón y puede suponer el mayor reto deportivo de su vida. Al hilo de esto, me quedaré con la frase de un ilustre atleta que un buen día afirmó: «Si quieres ganar, corre 100 metros, si quieres experimentar la vida, corre maratones». Era Emil Zatopek.
Pedro Nimo fue mundialista y campeón de España de maratón y en la actualidad es atleta popular.