«Competí dos décadas, pero acabé con una mano delante y otra detrás»

DEPORTES

Oscar Vazquez

El piragüista tudense se dedica, veinticinco años después de sus últimos Juegos, a la coservación de las vías

30 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

A pesar de estar en buena forma, el reloj deportivo también le dijo basta a Enrique Míguez (Tui, 1966). El cansancio lo retiró y, aunque intentó volver, su cuenta de Juegos Olímpicos se quedó en tres, con una medalla de bronce reluciente en Los Ángeles 1984.

-¿Qué es lo que más recuerda de los Juegos de Barcelona?

-La oportunidad de haber podido ganar una medalla, aunque al final me quedé sin ella. Estaba tan convencido que hubiese firmado un cheque en blanco. Pero mi compañero [Narciso Suárez] se puso enfermo la noche anterior y lo que teníamos preparado se fue un al garete. No pudo rendir al cien por cien.

-Poco después se retiró, ¿cuando empezó a pensar qué iba a hacer después del piragüismo?

-Al año siguiente de Barcelona empecé a competir individualmente, pero el COE me vio y me dijo que o entraba en las finales o me pagaban la mitad de la beca. Pero pensé que pidiendo en la catedral de Tui iba a sacar el mismo dinero. Ahí me planteé: ¿Cuántos años llevo en esto? ¿Qué he conseguido y qué podría conseguir? Me vine para casa y le pregunté a la federación cuándo era el último control para poder asistir al Mundial. Todavía estoy esperando [se ríe].

-¿Le ofrecieron un futuro?

-Nada. Nunca estamos ni medio preparados para la retirada. Toda tu vida estás solo pensando en el deporte y todo son buenas palabras de los políticos. Una vez lo dejas, nadie se acuerda de ti.

-¿Cree que un deportista debería cotizar por lo que hace?

-Lo que debería de hacer el Estado es que a un deportista amateur le podría cubrir un subsidio una parte de la beca, que estuviese pagando un mínimo a la Seguridad Social para el día de mañana. Yo estuve casi dos décadas ahí, pero acabé con una mano delante y otra detrás. Puedes conseguir muchos triunfos, pero son volátiles. En cuanto se acaban no tienes nada.

-¿Cómo termina un medallista olímpico conservando carreteras?

-Mi hermano trabajaba en la empresa. Estuve tres meses, se me acabó el contrato y anduve dando tumbos por ahí. Luego regresé y me volví a asentar en Copasa. Llevo desde el 2002.