El regreso de Mauro Triana

Pablo Gómez Cundíns
pablo gómez A CORUÑA / LA VOZ

DEPORTES

César Domínguez

El mejor velocista gallego apunta al próximo curso mientras supera una lesión en el tendón de Aquiles

24 abr 2017 . Actualizado a las 09:46 h.

El hombre más rápido de Galicia le gana el pulso a su tendón de Aquiles. Es más, Mauro Triana (A Coruña, 1996) ha sabido obtener beneficio de la primera lesión de su carrera deportiva para desarrollar condiciones que antes no podía potenciar por falta de tiempo.

La parada obligatoria de cuatro meses debido a una microrrotura longitudinal de 3x19 milímetros en el tercio medio del tendón de Aquiles no ha mermado sus expectativas de futuro. «Hay muy pocos como él. Nunca se viene abajo ni se desespera, tiene una paciencia infinita y no se genera ansiedad», explica José Carlos Tuñas, el entrenador del que acaba de ser elegido mejor atleta sub-23 de Galicia.

Tras ser tratado con factores de crecimiento y trabajo excéntrico desde el diagnóstico a finales de diciembre, Mauro Triana afronta ahora otra fase con isométricos, concéntricos y fisioterapia. Pero ya corre sobre hierba y tierra, para trabajar los ritmos. Responde bien a estímulos más intensos, lo que invita al optimismo. Con todo, pasará prácticamente en blanco su última temporada antes de la categoría absoluta. Como mucho, el atleta del Playas de Castellón podría intentar su presencia en el Campeonato Gallego y en el Nacional (ambos en julio, como el Europeo sub-23).

«No creo que acuse retroceso alguno, porque hemos repasado técnica y ha hecho gimnasio, de modo que sus niveles de fuerza incluso han subido sin sufrir hipertrofia», explica Tuñas.

El nuevo seleccionador de velocidad y vallas, José Peiró, se ha interesado por la evolución del gallego y lo incluye en sus planes de futuro para la élite del atletismo español. José Carlos Tuñas avanza: «Lo veo entre los mejores de España en el 400, pero de momento la idea es buscar cotas más altas en el 200, y el 100 incluso, e intentar llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio. Para entonces, se habrá consumado el plan de la IAAF de adaptar las agendas de las grandes competiciones para poder doblar 200 y 400».

«Mauro debe tener un sueño por el que luchar. ¿Por qué no ese? Es el sueño de ambos», reconoce. «Tiene cualidades. Técnicamente, biomecánicamente es perfecto. Se desliza, flota sobre la pista», elogia.

Fortaleza mental

El atleta coruñés ha sido tres veces campeón de España promesa, posee los récords gallegos absolutos de 100 (10.46) y 200 (21.07) y tiene cuatro medallas en Nacionales absolutos. Ahora se plantea una continuidad entre el final de esta temporada y el comienzo de la próxima, al tiempo que apunta al Europeo absoluto al aire libre. «Entrenaré para llegar a las mínimas de 100 y 200, aunque quizás sea más fácil acudir con el relevo; las del Mundial están un poco lejos todavía, pero tampoco me agobia», explica.

Tampoco se vino abajo al conocer el alcance de su lesión. «No me alteró mucho el calendario. Lo peor es perderme entrenamientos y esta temporada al aire libre. No tengo miedo a la lesión. No he perdido técnica porque seguí visualizándola. La fuerza que gané en el tren superior en el gimnasio me vendrá bien para empujar al arrancar y al salir de lanzado. Así que no descarto nada. Quizás no llegue en plenitud, pero intentaré llegar al final de temporada», argumenta. «Y el paso a edad absoluta tampoco me preocupa porque ya estoy en esa dinámica desde el 2014. Es más, quizás hasta me venga mejor para centrarme», asegura.

Regresa el mejor velocista gallego de todos los tiempos. Y demuestra que el aspecto anímico no es su talón de Aquiles.