«É máis difícil do que parece»

DEPORTES

MONICA IRAGO

Adrián Santos, central del Vilalonga, jugó de portero los 90 minutos ante el Bergantiños y solo encajó un gol

17 abr 2017 . Actualizado a las 12:02 h.

No era la primera vez que Adrián Santos se enfundaba los guantes para ejercer de portero del Vilalonga. Lo había hecho en una eliminatoria de ascenso a Segunda B hace diez años en el campo del Noja cuando en la prórroga el colegiado había expulsado a Jorge Pérez. Lo del sábado, sin embargo, parecía mucho más complicado. El central celeste tenía que defender la portería durante los noventa minutos por las lesiones de los dos únicos cancerberos del equipo, Iván Parada y Cascallar, y salió airoso del encuentro. Solo encajó un gol. Y sacó, además, una clara conclusión: «É máis difícil do que parece».

El drama con los porteros comenzó con el accidente laboral de Cascallar, que obligó al Vilalonga a acudir al encuentro contra el Compos sin guardameta suplente. A la media hora del partido todo se torció un poco más. Iván Parada se lesionó y Adrián Santos comenzó a calentar para sustituirlo. Finalmente el cancerbero aguantó los noventa minutos pero el lunes llegó el diagnóstico: una rotura fibrilar y al menos dos semanas de bajas.

A partir de ahí la directiva comenzó a buscar soluciones. «La única opción que teníamos era fichar a un portero profesional y apareció una oportunidad pero no podíamos llegar económicamente», explica la presidenta Lorena González. La otra posibilidad era que un portero juvenil de primer año diera el salto, pero el asunto parecía venirle grande y entre todos los estamentos del club decidieron apostar por la alternativa de Adrián Santos.

Durante la semana el central retrasó unos metros su posición y comenzó a entrenarse con el preparador de porteros, César Pazos. Todo muy cogido por los pelos, evidentemente. Hasta que llegó el sábado y toco vestirse de corto. Y los nueve minutos, el primer gol. Adrián no supo atajar un lanzamiento lejano y el rechazo lo aprovechó Nacho para marcar.

El improvisado portero, que asegura que no estaba demasiado nervioso al principio, reconoce que sí que pasó algunos minutos de nervios tras el tanto. «Sabía que podía pasar», subraya. Él temía sobre todo los lanzamientos rasos y ajustados porque el terreno de juego no está muy bien y además había sido regado. Sin embargo, y contra pronóstico, apenas tuvo mucho más trabajo a partir de ahí. «Estivemos perfectos en defensa», subraya.

Su actuación no impidió que el Bergantiños se llevara la victoria pero ahora hay que pensar el siguiente partido. Todo apunta a que Adrián Santos repetirá bajo palos porque parece precipitado que Iván Parada reciba el alta. «Somos un club modesto. Quien viene al Vilalonga ya sabe lo que hay», zanja la presidenta.