Cayó en su cancha frente al Oviedo, un rival directo en la lucha por el «play off», tras firmar un último cuarto para olvidar
02 abr 2017 . Actualizado a las 23:10 h.El Leyma se ha metido en un lío. Cuando parecía que el play off estaba encaminado, incluso con la quinta plaza al alcance de la mano, se ha complicado la existencia con una derrota en su cancha que, previsible o no, puede tener serias consecuencias. Porque se produjo ante un rival directo y porque puede dejar un poso de dudas en el tramo decisivo de la competición.
Riazor acogió treinta minutos de un choque de altura y un cuarto final en el que, sorprendentemente, el Leyma se difuminó frente a un Oviedo que creyó en la victoria, aguerrido y valiente, que supo reaccionar a cada arreón local. Y es que tras dos cuartos iniciales igualados ?gran trabajo de Tuty Sabonis?, con un toma y daca en el que los visitantes aguantaban con su continuo recurso al triple (acabaron el partido con 34 lanzamientos de tres y 32 de dos), fue en el tercer parcial cuando apareció la mejor versión del Leyma, de un equipo capaz de correr el campo con alegría, de dominar el rebote bajo su canasta y encomendarse a la batuta de Zach Monaghan. El norteamericano firmó cinco minutos excepcionales, medio cuarto en el que anotó 12 puntos ?incluidos tres triples y un mate, para pasar del 42-41 al 58-46 que encendió a la grada y que parecía romper definitivamente el partido.
Pero, incomprensiblemente, cuando parecía que las diferencias se ensancharían inexorablemente, el veterano Hernández-Sonseca tiró de los suyos para devolver la igualdad (64-64). Con una rotación más amplia y un rival más tocado por las faltas, parecía que el Leyma tenía el partido donde quería. Pero, sorprendido por la reacción de un rival siempre valiente, se fue difuminando en diez minutos para olvidar (11-24), en los que desapareció el trabajo colectivo para superar la defensa asturiana. A su ritmo ?siempre con un pase más y de nuevo con el acierto en el lanzamiento exterior?, el Oviedo se llevó con más comodidad de la esperada y dejó al Leyma enredado en sus propias dudas, lejos de su mejor momento, excesivamente dependiente de Monaghan y obligado ahora a forzar la máquina para al menos llegar a tiempo al play off.