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Ya vivió el Rali de Noia en un helicóptero y dentro de un Ferrari, y hoy competirá con un Peugeot 208 R2

01 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Detrás de ese telón de emociones por la velocidad y el vértigo de las curvas de un rali se esconden las historias de un vital y necesario factor humano. A veces este está conformado por voluntarios que echan una mano controlando la seguridad de un tramo peligroso y, en contadas ocasiones, sobresale el nombre de una persona dispuesta a darlo todo por la carrera. Hasta el punto de ascender a los cielos. El siguiente relato pertenece al segundo caso.

Marcos Rodríguez Díaz (Fontefría, 1981) era solo un niño cuando comenzó a enamorarse de los rugidos del motor. Al crecer y convertirse en un exitoso empresario, el lousamiano no dudó en pasar a ser uno de los mayores patrocinadores del rali de Noia. Para hacerse una idea de su participación, este año apoya a más de ocho de pilotos, entre ellos al gran Alberto Meira. 

Ruedas y hélices

Hace cuatro años, Marcos Rodríguez debutó como piloto en la prueba noiesa, lo hizo en dos ediciones consecutivas montando un Mitsubishi Lancer EVO 10. En una de esas ocasiones, sufrió una salida de vía en una curva y no pudo finalizar la carrera. Se da la casualidad de que ese mismo vehículo fue reparado para ser utilizado después por el futbolista Santiago Cañizares, «practicamente, baixei eu do coche e subiu el», apuntó irónicamente.

Muy lejos de sentir miedo o de que aquel accidente le apartase del cuentakilómetros, Rodríguez decidió que no participaría en la prueba de forma oficial, pero que correría su trazado más rápido que nunca. Para ello alquiló un Ferrari 458 Italia, una bestia negra de 580 caballos que él mismo rotuló para usar como vehículo publicitario. «A miña intención era a de darlle vida ao rali, por iso o Ferrari estivo exposto na Alameda, para que a xente o vira e os rapaces quitasen fotos con el», concretó el piloto lousamiano.

Cabalgar aquel vehículo de alta gama fue todo un reto, relató Marcos Rodríguez añadiendo que «pola mañá fomos amodiño, pero pola tarde démoslle caña por Fontefría conseguindo marcas moi boas». Y si creen que el empresario ya no podía subirse a algo más rápido, están equivocados. Al año siguiente decidió que necesitaba otra montura y llegó a la conclusión de que «preferimos voar». Literalmente. Pues lo que hizo fue alquilar un helicóptero de siete plazas.

Acompañado de sus amigos, vivió el rali de Noia de una forma única, colocándose en el tramo que uno u otro le pedía en cuestión de minutos. «Durante a xornada estivemos constantemente conectando en directo coa radio para retransmitir a carreira», explica Rodríguez sobre esa colaboración de altos vuelos. Y es que todavía no tiene muy claro si prefiere los nervios de saborear el trazado desde la cabina del Ferrari o toda la calma que puedas tener a cientos de pies de altura.

En esta edición, el lousamiano vuelve al asfalto. Lo hará compitiendo en la Copa Top Ten Pirelli, pero no con el ya domado Mitsubishi, sino con un níveo Peugeot 208 R2. «O meu obxectivo é acabar o rali, pois levo un coche pequeno que non coñezo de nada», afirmó Marcos Rodríguez de un auto muy distinto, con cambio secuencial y tracción delantera. Pero, ¿de verdad se creen que puede temer a algún acelerador?

Senra, favorito para hoy

Después de ganar en los ralis de A Coruña y O Cocido, Víctor Senra parte como favorito en la prueba de hoy, con cuatro tramos a doble vuelta. Iago Caamaño, que pasa a pilotar un nuevo Ford Fiesta R5, y Alberto Meira surgen como dos de sus principales rivales. La prueba arranca a las 8.39 y el último especial cronometrado se disputa a partir de las 19.45 horas.