La crisis no está en las truchas

Toni Silva A CORUÑA / LA VOZ

DEPORTES

Mila Méndez / César Domínguez

Arranca la temporada con un grave problema generacional en sus ríos: en seis años ha perdido cerca del 30 % de los pescadores

19 mar 2017 . Actualizado a las 09:54 h.

Mañana comenzará en Galicia una nueva temporada de pesca fluvial. Pocas veces la jornada de debut se anuncia tan prometedora desde el punto de vista meteorológico, aunque es más que probable que los pescadores acusen ahora las escasas lluvias de este invierno que está a punto de expirar. En líneas generales, la fauna piscícola va en línea descendente. Pero la afición a la pesca ha llegado a un punto que ha hecho saltar las alarmas. El número de practicantes es el verdadero problema de esta popular práctica deportiva.

Hoy hay cerca de un 30 % menos de pescadores con respecto al 2010, 21.000 licencias menos expedidas, un dato que no se escapa a la Consellería de Medio Ambiente, que ya empieza a incluir en su hoja de ruta sobre la pesca el fomento de la práctica entre los más jóvenes. Una de esas medidas es la ampliación de tramos libres sin muerte, con lo que se alcanzan ya los 328 kilómetros de tramos de río.

Dentro de esta grave crisis por falta de relevo generacional, la Xunta intenta vender con cierto optimismo la comparativa de datos porcentuales. «No ano 2010 os menores de 20 anos supoñían un 4,4 % do total de licenzas, e o pasado ano esa porcentaxe incrementouse ate o 7,7 %», esgrimen. En realidad, ahora apenas hay 600 licencias más que hace seis años en esa franja de edad, pero que genera un mayor cacho de la tarta por la abrupta bajada total. Las nuevas tecnologías, las redes sociales y las actividades más sedentarias vinculadas al 2.0 han apartado de las riberas de los ríos a miles de candidatos, que ni contemplan como opción de diversión una actividad como la pesca, tan desvinculada de la dominante cultura urbana. Algunas asociaciones de pesca realizan actividades para los más pequeños con el ánimo de generar su propia cantera, pero los resultados no sirven ni de lejos para equilibrar números.

En este contexto afrontan los 50.000 pescadores una temporada en la que no son pocos los contratiempos que han de sortear. «El decreto de las especies exóticas nos limita mucho para pescar carpas o truchas arco iris», explica Gerardo Orol, vicepresidente de la Federación Gallega de Pesca -entidad que tampoco consigue incrementar el número de federados, apenas tres mil-. En ocasiones, son otras especies las que incordian la labor de los pescadores. «Los cormoranes nos están dejando sin truchas», esgrime Luis Ríos, vicepresidente de la Venatoria Bergantiños, donde han llegado a solicitar que se incluya a estas aves como animales «cazables».

No habrá lluvia mañana. Es de las pocas noticias buenas con que se encontrarán en el inicio de la temporada los pescadores, un gremio que, pese a todas las contrariedades, cada vez se queja menos. Porque cada vez son menos.