Arranca en Vitoria una edición del torneo con el esloveno como gran atracción de un Real Madrid más favorito al título que nunca
16 feb 2017 . Actualizado a las 08:29 h.Nunca un jugador de 17 años había despertado tanta expectación. Luka Doncic es el gran atractivo de una competición de por sí espectacular, de la gran fiesta anual del baloncesto español que arranca hoy en Vitoria. El esloveno, un prodigio de dos metros que apunta a número uno del draft de la NBA en el 2018 y al que Madrid trata de retener al menos un par de temporadas más, ha firmado tantas actuaciones espectaculares últimamente que se espera con ansiedad cómo se desenvuelve en una cita de altura.
Si Doncic es el gran atractivo, el Real Madrid es el casi unánimemente señalado como claro favorito al título, porque ha ganado las tres últimas ediciones, por su trayectoria -líder de la Liga y de la Euroliga- y potencial de esta temporada, y porque, en el fondo, el que debería ser su gran rival llega tocado a la cita. El conjunto blanco se enfrentará en cuartos a un Andorra cuyo gran mérito es estar en la fase final.
Antes, el Baskonia, empujado por su condición de anfitrión, se enfrenta al Tenerife, la revelación de la temporada y uno de los tapados del torneo. De la mano de Sito Alonso y del coruñés Óscar Lata, el conjunto vasco está exhibiendo una extraordinaria solidez en Europa y lucha por la segunda plaza en la Liga. Enfrente el Tenerife del gallego Fran Vázquez, quien, junto a los madridistas Rudy Fernández, Llull o Ayón, conforma el selecto grupo de jugadores que pueden volver a ser MVP del torneo.
Si la Copa reserva un espacio para la sorpresa, esta no saldrá del otro lado del cuadro. Nadie descarta al Barça -al fin y al cabo ha estado presente en seis de las últimas siete finales-, pero llega envuelto en un ambiente enrarecido, con su entrenador (Bartzokas) cuestionado -incluso contestado por sus jugadores- y sin Navarro, operado de apendicitis. En su camino, Unicaja, y después, Valencia o Gran Canaria. Un cuarteto con argumentos para llegar a una final: el estado de forma (Valencia), la solidez (Gran Canaria), el potencial (Unicaja) o la historia (Barcelona).