La escuadra ourensana creció después del descanso para imponerse con claridad al Básquet Coruña, gracias a un recital de acierto en el tiro: 81-71
12 feb 2017 . Actualizado a las 00:04 h.El COB llegó a las trece victorias y lo hizo ante uno de los gallitos de la categoría, el Básquet Coruña, al que doblegó aguantando el tirón en los cuartos iniciales y ofreciendo un recital en su tiro exterior, sobre todo después del descanso.
Los dos primeros actos dejaron claras las armas de ambos equipos para llevarse el triunfo final. El cobista incluso superaba a su rival con su quinteto titular y, siempre que se jugase a un ritmo diferente al que quería Monaghan y compañía, pero con las rotaciones el equipo de Tito Díaz era muy superior en facetas clave del juego como el rebote y el juego interior. Zyle y Flis comenzaron el duelo intercambiando canastas. Monaghan y Hernández eran actores principales en el ataque herculino que comenzó mandando (4-10). Pero bastó que apareciese el acierto exterior del COB y la figura de Guerra en la zona, para que los locales se fuesen con ventaja al finalizar el primer episodio, tras una fase de desaciertos de ambos conjuntos en los minutos finales (16-14). Y eso que a 16 segundos para cerrar el cuarto llegó la primera clave del partido, la segunda falta personal de Guerra, que le obligó a ver el segundo desde el banquillo.
En la segunda entrega solo hubo un equipo, el de Tito Díaz, superior físicamente en todas las posiciones con sus rotaciones y dominando a placer ambas zonas y los rechaces. El COB vivió del triple como único recurso ofensivo, tres de esas canastas, dos de Kapelan y una de Hittle, además de cuatro tiros libres. Un bagaje demasiado pobre para mandar en el partido y en el marcador. Los visitantes respondieron a las ventajas locales con parciales de 0-7 y 0-9, pero no acabaron de plasmar su superioridad en el marcador por precipitación en ataque en algunas ocasiones, mala lectura en otras y fallos en canastas fáciles en las restantes. Así dejó vivo a su oponente al descanso (29-32), aunque con todas las cartas boca arriba.
Curiosamente el que mejor jugó esas bazas fue el combinado ourensano tras el descanso. Sacó su mejor repertorio defensivo, igualó la lucha por el rebote y ofreció un recital anotador en el triple que sacó de la pista a los de Tito Díaz en el tercer cuarto y lo sentenció en el último. Comenzó un Mitrovic inadvertido hasta ese momento, con 8 puntos consecutivos, y le secundaron tanto Kapelan como un Christian Díaz que ofrecía un duelo estelar con Monaghan. El base canario, con diez puntos seguidos en los minutos finales del tercer cuarto, llevó al COB a rentas por encima de la decena y empezaron a dejar sobre la lona a un Coruña que solo encontraba en Monaghan y Hernández referencias fiables en ataque, porque su juego interior pasaba desapercibido por la defensa cobista.
Con 29 puntos encajados en el tercer cuarto, el equipo herculino debía apelar a la defensa para voltear la situación, pero se encontró con un rival que hizo una lectura de partido perfecta y no dio opción a la sorpresa salvo en la diferencia particular, que se llevó Coruña por dos puntos.