España, sin Nadal, está obligada a ganar en Croacia a un rival con bajas antes de afrontar un cruce más delicado
03 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Tras dos años fuera de la élite, España vuelve al grupo mundial de la Copa Davis con un enfrentamiento sencillo. Visita a una Croacia que viene de ceder la última final, pero que cuenta con las bajas de Marin Cilic, Ivo Karlovic, Borna Coric e Ivan Dodig. Así que el equipo que capitanea Conchita Martínez está obligado a ganar (Teledeporte, 15.00). Al mejor de cinco partidos su superioridad parece aplastante. Luego se enfrentaría con el vencedor del duelo entre la Serbia de Djokovic y Troicki y la Rusia de los jóvenes Daniil Medvedev y Karen Khachanov.
Individuales
Figuras contra desconocidos. España viajó a la pista dura cubierta de Osijek con la baja de Rafa Nadal por «cansancio». Aún así presenta un equipo de plenas garantías: Pablo Carreño (26 ATP) abrirá hoy el cruce frente a Franko Skugor (223) y luego Roberto Bautista (16) se enfrentará con Ante Pavic (486). Las diferencias son abismales. Incluso aunque se acorten por el factor ambiental de la Davis, o la posibilidad de que el peso de la responsabilidad frene a los españoles y la falta de obligaciones anime a los croatas, no debería de haber problemas. Esa atmósfera puede servir como rodaje para Carreño y Bautista, sin apenas partidos de responsabilidad en la Davis hasta ahora y que acumularán experiencias con la presión de jugar por su país. En el equipo balcánico hablamos de veteranos que en ningún momento de su carrera han estado entre los cien mejores del mundo.
Dobles
Una pareja de garantías. Puede contar Croacia con alguna opción en el doble, más propicio para las sorpresas. Pero cuenta España con una pareja de especialistas, como Feliciano y Marc López.
La pista
Cancha dura, sin sorpresas. No debería haber una encerrona en Croacia, que eligió la misma superficie dura que recibió a Argentina en la última final de Zagreb. Los españoles, además, se desenvuelven sobre ese tipo de pista sin problema.
El futuro
Un formato en entredicho. Las cíclicas ausencias de las estrellas avivan el debate sobre el cambio de formato de la Davis. Podría ser una competición bianual y concentrada en unas fechas en las que se volcasen los mejores. Pero eso dejaría a muchos países y jugadores sin uno de sus grandes alicientes de la temporada. Quizá fuera del grupo mundial se pudiese mantener la periodicidad actual, con partidos a lo largo del año, una forma de conciliar intereses diversos.