Después de la quinta derrota en los últimos siete partidos, el alero de los Cavaliers exige refuerzos para optar al segundo título consecutivo
26 ene 2017 . Actualizado a las 12:34 h.LeBron James es ya un mito viviente de la NBA, un jugador para la historia que, desde hace años, también ha cimentado una merecida fama de director deportivo paralelo. Sobre todo, desde su regreso a Cleveland Cavaliers, el equipo de su estado, al que revivió cuando fue elegido en el draft y al que llevó al final al primer título de su historia la temporada pasada. Pero el LeBron general manager está frustrado y quiere fichajes si sus Cavaliers aspiran a revalidad el anillo que conquistaron hace siete meses en una remontada inesperada sobre los Warriors en la final de la NBA.
El ruido de fondo lleva varias semanas circulando por los medios especializados pero LeBron se encargó de verbalizarlo con varias palabrotas de por medio la pasada madrugada, después de la quinta derrota de los Cavaliers en los últimos siete partidos. Esta vez fue ante los mediocres New Orleans Pelicans, que para más inri no tenían disponible a su mejor jugador (y All Star) Anthony Davis. «Sólo espero que, a nivel de la institución, no estemos ya satisfechos. No somos mejores que el año pasado. No desde el punto de vista de la plantilla», dijo James a los periodistas desde el calor del vestuario.
Los Cavaliers perdieron 124-122 a pesar de un triple doble de LeBron y de 49 puntos de Kyrie Irving. Pero en las últimas fechas, los de Cleveland cedieron ante buenos equipos como los Warriors y los Spurs, y ante no tan buenos como los Blazers y los Pelicans. «No estoy señalando a nadie. Sí, ganamos un campeonato, pero que le den, ¿sabes? A ver si podemos hacer algo. Necesitamos un puto base», dijo sin andarse con rodeos el MVP de las últimas finales. Después de perder a J.R. Smith por lesión y a pesar de la incorporación de Kyle Korver hace un par de semanas, LeBron entiende que sus Cavaliers necesitan un jugador que le alivie a él y a Irving de la presión de manejar el balón el 90 % de las posesiones de su equipo, que facilite y encuentre tiros fáciles para él y sus compañeros y, además, limite la carga de minutos de James (camino de los 33 años, decenas de miles de minutos en sus piernas, seis temporadas enteras acabando en la final de la NBA con más de 100 partidos).
«Cuando sienta que física o mentalmente no pueda competir por ganar la NBA, o sienta que no puedo hacerlo, entonces no tendré este problema. Pero hasta que ocurra, y no parece que sea pronto...», insistió James, haciendo ver que pide a los Cavaliers un esfuerzo en su dirección deportiva acorde a su poder en la cancha. LeBron lleva desde hace años operaciones muy cercanas a la representación de jugadores y se le atribuye directamente varias decisiones deportivas de los Cavaliers, como la adquisición de Kevin Love hace tres temporadas, la elección de veteranos como J.R. Smith o Richard Jefferson, o incluso la decisión de que Ty Lue sea el entrenador después del despido el pasado invierno de David Blatt.