Sin confianzas

Juan J. Fernández EL DESMARQUE

DEPORTES

21 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La primera consecuencia de la intachable primera fase es cruzarte en octavos de final con el cuarto clasificado de otro grupo. Es el premio al trabajo bien hecho, que debe proporcionar un caminar hacia cuartos sin mucho desgaste y, quizás, exento del dramatismo. No obstante sería un error imperdonable abandonarnos en unas fantasías efímeras, fruto de la abundante serotonina segregada por el excelso partido, desarrollado para recrear la venganza olímpica sobre Eslovenia. Siempre me han preocupado los envites donde la supuesta superioridad se puede truncar en desolación por la falta de una preparación mental adecuada. Freud decía «uno puede defenderse de los ataque; contra los elogios uno está indefenso».

Brasil es sinónimo de playa y fútbol, pero lo que muchos desconocen es que en las escuelas públicas el deporte estrella es el balonmano o Handebol, que es como ellos lo denominan. En la sociedad todo fútbol, en el colegio un deporte con la mano. Es cierto que hasta hace 12-15 años la estructura federativa era débil pero en la actualidad han sido campeonas del mundo en chicas y en chicos alcanzaron los cuartos en Río 2016. En toda esta evolución los entrenadores españoles tuvieron mucha relevancia: Juan Oliver en el femenino y García Cuesta, Manolo Laguna y el actual seleccionador español, Jordi Ribera, pusieron un gran granito de arena para tal fin. Del actual Brasil todos juegan en Europa -5 en España-, salvo dos. Dicho todo esto queda claro que si mentalmente no estamos al 100 % la sorpresa es viable. 

España ha crecido a medida que transcurrían los días, dando muestras de lo acertado que se ha estado tanto en la convocatoria de ciertos jugadores como en las decisiones técnicas y de dirección de partido. Nos hemos hasta olvidado de la Julendependencia y ¿quién se acuerda de Sterbik?, por poner dos ejemplos. Eso nos hace más sólidos como grupo y ya aparecemos en las casas de apuestas como firmes candidatos a las semifinales. Empezamos con muchas incógnitas, pero el acierto ha transformado el fondo de este cuadro en verde esperanza. 

La victoria debería ser clara para España si atendemos a los números. Tenemos una efectividad del 64 % frente a su 46, encajaron casi 30 goles más y nuestra portería está casi cuatro puntos por encima de la suya. Seguir siendo contundentes en 6:0 y rentabilizarlo con goles rápidos y fáciles. Versatilidad y variedad en las asociaciones en ataque harán fluir nuestro juego ofensivo. No se nos debe escapar. Salir mentalizados, romper el partido y reservar fuerzas para el vencedor del Croacia-Egipto. Cualquiera de ellos lejos de su mejor versión de momento. La alfombra roja esta puesta hasta semifinales; paso firme y sin confianzas hacia el éxito.

Juan J. Fernández es profesor en la Facultade de Ciencias do Deporte (UDC)