La cuenta atrás para España

Miguel A. Pindado COLPISA

DEPORTES

PATRICK HERTZOG | AFP

Hoy se enfrenta a Macedonia y mañana a Eslovenia

18 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La hora de la verdad para España, la cuenta atrás para la fase decisiva. Con el billete de octavos en el bolsillo, llegan ahora Macedonia (hoy, 2045 horas) y Eslovenia, mañana. La primera plaza allana el camino, ya que se evitará a Francia hasta una hipotética final. Macedonia es la selección que más depende de su estrella, del talento de un solo hombre: Kiryl Lazarov, jugador del Barcelona, un lateral zurdo con un lanzamiento exquisito y una gran visión de juego. Lleva 31 goles en los tres primeros partidos del Mundial, pero Macedonia también ha avanzado en el trabajo de equipo, con el pivote Stoilov y el extremo diestro Manaskov como trío de estrellas.

Quizás uno de los puntos débiles esté en la portería. Ni Kolev ni Trajkovski, ambos en equipos de su país, han conseguido unos porcentajes que superen el 30 % de paradas en los tres primeros partidos, donde se ha derrotado a Túnez y Angola, y han perdido con Eslovenia (22-29). De cualquier forma, Macedonia tiene, salvo sorpresa, garantizado el pase a los octavos de final, que era una de sus principales metas. Cuentan con un técnico experto, el croata Lino Cervar, buen conocedor del juego español que suele utilizar una defensa abierta, que dificulta la circulación del balón, presionando en la zona de creación y buscando el error rival.

España ha demostrado que tiene un equipo solvente para medirse ante cualquier rival. Los nuevos han aprovechado sus ocasiones y puesto sobre el parqué su completa implicación al servicio de Jordi Ribera. Así, Balaguer es el máximo anotador, mientras Ángel Fernández, Costoya o Figueras han ofrecido soluciones o repuestos de garantías al siete inicial español.

Ahora España tiene que medir bien sus fuerzas para afrontar dos partidos seguidos ante los dos rivales quizás más fuertes del grupo. La noticia de la jornada es la recuperación de Raúl Entrerríos, al que Jordi Ribera ha guardado entre algodones en los tres primeros encuentros y que seguramente tendrá hoy sus primeros momentos.