El doble filo de la renovación de Messi

DEPORTES

JOSEP LAGO | Afp

Año y medio antes del fin de su contrato con el Barcelona, las partes dirimen ya un pulso de poder

16 ene 2017 . Actualizado a las 12:29 h.

La fuerte controversia generada ante la inminente necesidad de que el Barcelona y Messi inicien conversaciones serias acerca de la ampliación del contrato del argentino con el club azulgrana (que vence dentro de año y medio) ha provocado que se alcancen tintes de debate nacional. Llegados a este punto que algunos sitúan de no inicio (las mismas fuentes que sostienen que ambas partes aún no han mantenido contactos) y otros como un momento crítico (aseguran que se vieron a finales de año y el Barcelona quedó de llamar de nuevo a estas alturas del 2017), los entornos comienzan a filtrar información como estrategia.

Al parecer, el Barcelona administró mal los recursos apostando por garantizar un buen compango para Messi (Neymar, Luis Suárez...) y ahora podría encontrarse con una respuesta insuficiente a las peticiones del argentino. Es ahora cuando algunas corrientes de opinión sostienen que lo correcto sería quemar todas las naves del límite salarial con la ampliación de contrato a Messi. En cualquier caso, después de que un directivo pidiese sentido común y cabeza fría, otro fuese despedido al intentar poner en contexto la capacidad futbolística del astro culé, y Luis Suárez añadiese algo de presión, queda claro que se viene un pulso de poder en toda regla.

El profesor de Ciencias de la Educación y del Deporte de la Universidade de Vigo Carlos Lago arroja algo de luz al respecto: «Como bien dice Del Bosque, el fútbol es un foco de sentimientos. Si no ganas, el futuro de los directivos no será muy halagüeño. Emplear todos los recursos económicos para contratar a los mejores jugadores puede ser igual de peligroso. Si sale bien, y esto no siempre sucede, no hay problema. Si sale peor, el agujero económico puede comprometer la viabilidad del club. En esta dicotomía se encuentra el Barcelona con la renovación de Messi. Disponer del mejor jugador del mundo demanda una inversión de dinero acorde con el rendimiento del jugador. Pero los números puede que no salgan».

Lago hace hincapié sobre el desembolso que supone armar un equipo acorde al nivel de Messi. «El músculo financiero no es ilimitado», advierte. «Pero no es menos cierto que no apostar por Messi será algo que no perdonarían los aficionados», matiza. «El Barcelona debería apostar muy fuerte por Messi hasta donde pueda llegar. Y explicarlo. No se puede competir con las ofertas de China, del PSG o de algún club inglés. Messi entenderá la situación. El Barça le debe mucho al jugador, pero lo contario también es cierto. Los culés deben apelar al compromiso del jugador con la institución y al afecto con los compañeros. No solo la cartera cuenta. No se trata de aquello de la bolsa o la vida», concluye Lago.

Para el entrenador del Lugo, Luis César, la presión social sobre la directiva será clave. «No quiero ni imaginar lo que hubiera sido del Barcelona desde el 2008 sin Messi, incluido Guardiola. Él hace lo que nadie hace. Es el mejor de la historia. Por eso, en un club que no es SAD, ningún presidente quiere ser el que haya dejado irse a Messi y puede tomar decisiones más populistas, pero más peligrosas económicamente. Es una patata caliente», avanza.

«Futbolísticamente, sustituirle es inviable. Aunque pronto irá a menos y los ciclos se seguirán sucediendo con el Madrid y el Barcelona prolongando su dominio. El entrenador está de paso y quizás no le sobreviva porque acaba contrato incluso antes», añade, para concluir: «Socialmente, el Barcelona no puede permitirse el lujo de no renovarle, ni de prescindir de él en lo deportivo, pero si deciden que lo mejor para ambos es que no siga, pueden pactar de puertas hacia adentro un mensaje público común, como tantas veces se ha hecho en el fútbol, para que no sea traumático para los que se quedan».

El representante de futbolistas Rodrigo Fernández Lovelle insiste en que ambas partes pueden tener posiciones fuertes y débiles en las negociaciones. «Dado su nivel de ingresos, el dinero no será el primer factor de decisión de Messi, sino la ambición deportiva y la felicidad de su familia», opina. «Está afincado en Barcelona y el club lo sabe. De ahí los mensajes de su directiva. Intentan abaratar costes porque el acuerdo interesa a ambos, por todo lo que genera la figura de Messi. Inglaterra podría tentarle en lo deportivo. El City o el United, por ejemplo. Pero yo descarto el PSG o China como destino o arma de negociación», analiza.

«China está al margen del mercado. La referencia deben ser operaciones en las principales ligas europeas. Por ejemplo, si los mejores jugadores cobran unos 20 millones, puede pedir 25 o 30. Y si Pogba costó 120 millones, Messi podría valer 250. Pero vaya por delante que esta negociación no se puede establecer solo en términos económicos», especula.