El Madrid más sólido en cuatro décadas

ALBERTO BRAVO DPA

DEPORTES

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Si no cae ante el Dortmund, igualará los 34 partidos invicto del equipo de Beenhakker en la liga 1988-89

06 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Con apenas 11 meses de carrera como entrenador de élite, el francés Zinedine Zidane está a las puertas de igualar los 34 partidos sin perder que acumuló el Real Madrid en la temporada 1988/89, un argumento que permite hablar del equipo blanco más sólido en cuatro décadas.

La oportunidad será mañana ante el Borussia Dortmund en un partido que además servirá para dirimir qué equipo queda como primero del Grupo F en la Liga de Campeones. Solo lo serán los blancos si ganan.

Después, y dependiendo del resultado, se podrá hablar del récord y recordar qué hizo Zidane desde enero, cuando asumió las riendas de un equipo que viajaba la deriva de la mano de Rafael Benítez y que acabó convirtiéndose en campeón de Europa.

La última derrota del Real Madrid se remonta al 6 de abril, cuando cayó 2-0 ante el Wolfsburgo en cuartos de la Champions, un resultado que volteó en la vuelta al ganar 3-0 con un hat-trick de Cristiano Ronaldo.

Durante todo este tiempo, el conjunto de Zidane vivió en el alambre y salvó su racha con partidos buenos, actuaciones peores, dosis de fortuna y goles agónicos. Como el del sábado, cuando Madrid empató 1-1 en el descuento ante el Barcelona con un tanto de Ramos, que ha convertido los milagros en rutina.

«Este equipo tiene corazón», dijo Zidane para explicar el resultado del Camp Nou. Sus detractores lo llaman suerte. Si bien su juego todavía no seduce, por su irregularidad, sí se puede hablar es de un Madrid sólido. Tiene una enorme pegada, una defensa que responde y, sobre todo, una inmensa capacidad para resistirse a la derrota. Ni siquiera sus numerosas e importantes bajas le impidieron seguir sumando triunfos, lo que habla de un plantel implicado. Todos sus jugadores suman. Los tiempos cambiaron profundamente desde aquella temporada 1988-89 en la que el Madrid forjó su anterior racha sin perder. Entonces el entrenador holandés Leo Beenhakker contaba con la Quinta del Buitre en su esplendor.

La Quinta del Buitre

Era un Madrid lleno de jugadores nacionales -Butragueño, Martín Vázquez, Míchel o Manolo Sanchís- porque solo se permitían dos extranjeros. Faltaban siete años para que la Ley Bosman propiciara un terremoto.

Entonces uno de los secretos era acertar con la elección de los extranjeros y el Madrid consiguió reunir dos imponentes, el mexicano Hugo Sánchez y el alemán Bernd Schuster. Entre todos fabricaron un equipo de época que, sin embargo, no consiguió ganar una Copa de Europa. No sería hasta 1998, diez años más tarde, cuando el Madrid conquistaría la llamada «séptima».

Menos de medio año le bastó a Zidane para ganar una Liga de Campeones y 11 meses para construir una racha que lo sitúa en las puertas de la historia.