Eliminar las apuestas en los torneos más pequeños

José Antonio Pereiro TRIBUNA

DEPORTES

02 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Si bien la honestidad de un deportista no está directamente relacionada con su volumen de ingresos, las pobres condiciones a las que se enfrenta un tenista profesional en sus primeros años en el circuito generan un contexto favorable para que algunos caigan en la tentación de conseguir un dinero fácil que mancha ya para siempre su carrera.

Hablamos, sobre todo, de torneos futures de 10.000 dólares en premios (que este año pasan a 15.000). Estos campeonatos son la base, donde los jóvenes consiguen sus primeros puntos y sus primeros ingresos, de apenas unos cientos de euros. Es ahí donde las mafias encuentran un camino más sencillo para captar jugadores.

En mi opinión, los torneos deberían desaparecer de las parrillas de apostantes. La ITF vende los resultados en directo a las casas de apuestas a cambio de una cantidad de dinero, pero tan solo llegan alrededor de unos 2.000 euros a los organizadores de los campeonatos, en función de diferentes variables. Se pierde mucho a cambio de muy poco.

El beneficio de los torneos en relación con el problema al que se enfrentan resulta desproporcionado. ¿Más controles? Mientras haya apuestas, hasta un jugador puede proporcionar información a su círculo más íntimo para que apuesten en una determinada dirección. No deja ningún rastro esa forma sencillísima de ganar dinero.

Aunque se detecten casos fraudulentos a través de investigaciones, no dejan de representar granos en el desierto de un contexto marcado por la tentación de los amaños de los partidos.