Rosberg, esta vez sí

tONI sILVA REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

El alemán se proclama campeón del mundo tras aguantar el segundo puesto por detrás de Hamilton

28 nov 2016 . Actualizado a las 09:15 h.

Todo llega. También a Rosberg. El piloto alemán se proclamó campeón del mundo de fórmula 1 tras acabar segundo en Abu Dabi por detrás de Hamilton, quien debía colocar al menos dos pilotos entre ambos para sumar su cuarto título. Atrás quedan para Nico dos años de pelea infructuosa con el talentoso inglés, con especial escozor en el 2014, cuando palpaba la corona con 17 puntos de ventaja en la recta final del campeonato. Ayer espantó las meigas haciendo lo que mejor sabe: no cometer errores. El suyo es el título del tesón y el aprendizaje. Porque hoy, 24 horas después de su fiesta de campeón, muy pocos le consideran el mejor piloto del momento. Hamilton, Vettel o Alonso le superan no solo en número de títulos sino en ingenio al volante. Rosberg ha luchado incluso contra el establishment de la fórmula 1, por el escaso tirón comercial de su perfil.

Pero nadie discute su título, conseguido con una victoria menos que Hamilton pero con mayor regularidad. El carisma no da puntos dentro del cockpit. Y Rosberg, menos carismático, ha sacado cinco puntos más que el inglés quien, paradójicamente, intentó apurar sus opciones levantando el pie del acelerador. Con todo el horizonte despejado desde la salida, a Lewis no le quedó otra que intentar comprimir el espacio de los primeros puestos para dar opciones a los Ferrari o los Red Bull de que adelantaran a Rosberg para restarle puntos.

Otro momento comprometido para el nuevo campeón fue su intercambio de posiciones con Max Verstappen, con maniobras que encogieron el corazón del entorno del alemán. El holandés, por su parte, ha dejado claro esta temporada que dentro de no mucho correrá la misma suerte del alemán y entrará en los libros de historia como campeón del mundo. Al tiempo.

Pero nada alteró el final previsto. Rosberg pasó segundo la línea de meta y automáticamente reapareció, 34 años después, el título de su progenitor, Keke Rosberg, un sueco nacido en Finlandia con pasaporte alemán y muy unido a Ibiza, lo que permite a su hijo Nico hablar perfectamente cinco idiomas, entre ellos el español. Además de las más de tres décadas, hay una diferencia ostensible entre ambos títulos: el de Keke fue casi un regalo del destino gracias a las múltiples carambolas que le coronaron con una sola victoria. Nico, en cambio, planificó la temporada con ahínco para resarcirse de sus frustraciones recientes. Y es el justo campeón del 2016, después de fortalecerse mentalmente y trabajar la respiración y el ritmo de sueño. También ha derrumbado el mito de que un piloto que tiene un hijo (Nico es padre de una niña llamada Alaia, nombre vasco que significa «alegría») corre varias décimas menos por vuelta para no arriesgar por responsabilidad paterna. De no haberse dedicado a los coches, su madre Sina (quien no se acostumbra a verle correr) asegura que Nico habría estudiado tecnología aeroespacial en el Imperial College de Londres.

Los Rosberg se convierten así en el segundo apellido que repite título en la fórmula 1 en generaciones distintas, después de Graham y Damon Hill. Nico ha necesitado diez años en la fórmula 1 para proclamarse campeón. Debutó con Williams en el 2006, donde conquistaría su primer podio en la primera carrera del 2008 (acabó tercero en Australia). Su primer triunfo hay que buscarlo ya con Mercedes en el 2012 en China (era su carrera 111), cuando formaba tándem con Michael Schumacher.

¿Será un gran campeón?

Pero Nico Rosberg ya es campeón del mundo. Queda ver si, como le apunta la prensa inglesa cada vez que asoma su cabeza rubia, «podrá ser campeón, pero no será un gran campeón». Dependerá de si Mercedes prolonga su hegemonía, de si Hamilton -más talentoso- vuelve a mostrarse errático en momentos clave. O de si este título que acaba de ganar le sacia su hambre de fórmula 1. No sería el primer caso. «Ya soy campeón del mundo, para qué ganar más», le espetó Raikkonen a un periodista inglés meses después de conquistar la corona del 2007.