Parece que está claro, pero hasta que cae la bandera nada es seguro

José Luis Abadín

DEPORTES

27 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Nico Rosberg está en la posición que todos quieren. Llega a la última carrera primero y con una buena renta de puntos. Pero esto son carreras y todo puede pasar hasta que la bandera cae sobre todos los participantes. Solo hace falta echarle un vistazo a la historia. Se ha visto muchas veces que el Mundial lo tiene de calle un determinado piloto y todo se va al traste por una mala decisión, un accidente o un fallo mecánico. Este deporte es así de bonito y de cruel. La lógica no suele funcionar en las carreras de automovilismo. Se vio en el 2008 con Massa y Hamilton, en el 2010 Alonso perdió el título en la ultima carrera, en el 2014... También en el 2006, cuando Michael Schumacher abandonó en Japón rompiendo el motor, y Ferrari llevaba más de un año sin averías.

En lo que va de campeonato, Rosberg no ha tenido ningún fallo en el monoplaza, ha puntuado en todas las carreras menos en Cataluña, en donde tuvo el accidente con Hamilton. Además, el alemán parece centrado, aunque en el pasado ha pecado de no tener esa fortaleza mental. También es verdad que Mercedes es el rival a batir, como en toda la era turbo, por lo que en condiciones normales debería haber un doblete. Pero puede haber un accidente, un pinchazo....

Trabajo frente a talento

Hamilton ha logrado mantener su esperanza y ha conseguido llegar con opciones a la última prueba. En las carreras parece que va todo perfecto y cuando se empiezan a hacer cábalas con los resultados, y se ven errores, se cometen fallos y todo se estropea. Hace dos años se dijo que Rosberg no aguantó la presión de Hamilton. Pero este año chapeau por él. El alemán es un piloto que trabaja muchísimo, siempre es el último en abandonar los circuitos porque estudia hasta la extenuación las telemetrías y no para hasta buscar cómo ganar esa décima que necesita. Hamilton es un fuera de serie con un talento tremendo y nunca se rinde. Yo, si fuera Nico, no me conformaría, iría por la victoria, pero si veo que se me complica dejaría que se fuera Hamilton y no entraría en guerras porque le vale un segundo e incluso un tercer puesto.

Un trazado bonito y variado

Conozco muy bien el circuito de Abu Dabi porque estuve allí un año conduciendo para Ferrari World. Es un trazado atípico para estar en un desierto porque está en una isla, Yas Marina, y la arena sobre la pista no tiene tanta influencia como en Baréin, por ejemplo. Además es un trazado bonito para el piloto porque tiene zonas de subida como en las curvas 2 y 3, largas rectas, frenadas fuertes y alguna curva rápida como la que hay antes del hotel, que recuerda a la curva 8 de Turquía, aunque no llega a ser como la de Estambul. En Yas Marina no es tan fácil adelantar, como se vio con Alonso y Petrov en el 2010. Aunque ahora se ha mejorado algo gracias al DRS y la primera recta es larguísima y será un punto clave. Es un entorno muy bonito para el espectador porque el mar está muy cerca y si llueve sería la noticia del siglo. En el año que estuve allí solo hubo lluvia cinco días.