Hay vida más allá del duelo Curry-LeBron

Alberto Blanco EN ZONA

DEPORTES

24 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Es una temporada diferente. Llega marcada por el aumento abusivo del dinero para las grandes estrellas. El salto olímpico que buscaba la NBA gracias a los astronómicos ingresos por derechos televisivos. Acaparar los mejores jugadores del mundo y que casi nadie se escape de las garras del mejor show baloncestístico del planeta. Deportivamente, está escrito que el objetivo es de nuevo una final entre Golden State y Cleveland Cavaliers. Pero ya veremos.

La televisión, con su contrato multimillonario, ha marcado un verano convulso por las cifras mareantes de los nuevos contratos de los jugadores. Esto ha permitido el regreso de algunas estrellas fugadas al baloncesto europeo -leáse, el caso de Sergio Rodríguez- o la caza y captura que la NBA ha emprendido a los dos mejores jugadores fuera de su mercado: Teodosic y Llull.

Los norteamericanos quieren que su liga sea la mejor. Y han puesto toda la artillería en ello. Dinero. Sobre esa base van a construir el futuro de la competición. Que no haya dudas. Y cada vez suman más talento, y más joven, desde el otro lado del Atlántico. Fuera de que algunas apuestas puedan parecer un tanto alocadas, el juego en la NBA permite brillar a jugadores que aquí, en el baloncesto europeo, tienen más problemas para ello.

Si ponemos la lupa en nuestros chicos, como siempre los hermanos Gasol son la referencia. Y evidentemente, la llegada de Pau a San Antonio ofrece un gesto al optimismo, y la posibilidad de que un hispano sume un nuevo anillo. En ese baile habitual de cambios de cromos, José Manuel Calderón actúa en la meca del cine, Los Ángeles. Una última muesca para su dilatada carrera. Y a los clásicos Ricky Rubio, Nicola Mirotic y Serge Ibaka se une la vuelta del jugador animado: Sergio Rodríguez. El asunto es que el equipo del Chacho, los Sixers de Filadelfia, no tiene precisamente muy buena pinta en esta pretemporada.

La gran sorpresa ha sido la llegada de los nuevos hermanos nacionales: los Hernángomez. El mayor, Willy, vivirá en la Gran Manzana y seguro que su rendimiento será interesante. Del segundo, Juancho, da un salto mortal, desde un descendido como Estudiantes a los Denver Nuggets, directamente. Pero si una cosa tiene Arturas Karnisovas, vicepresidente y encargado de todo el scouting internacional, es que su visión privilegiada le permite galopar por encima de las demás franquicias en ese aspecto.