Disfrutar y sufrir en Misuri

Pablo Gómez Cundíns
Pablo Gómez REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

El tenista coruñés Óscar Barreiro lleva apenas un mes en EE. UU. y se acaba de adjudicar el ITA Regional Tournament

07 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los gallegos son así. Se adaptan por la vía rápida. Y si además son deportistas, puede que en el proceso hasta caiga algún título. El último ejemplo de ello, Óscar Barreiro Méndez (A Coruña, 1997). El que fue subcampeón gallego de categorías cadete y júnior en los años 2012, 2014 y 2015 decidió emigrar a Fulton, un pueblo de 14.000 habitantes en Misuri (Estados Unidos) para enrolarse en la William Woods University y estudiar Business Administration & Management.

El coruñés no ha dejado aparcada la raqueta. Es más, se acaba de adjudicar el ITA Regional Tournament a pesar de llevar apenas un mes en América. «Teniendo en cuenta que soy freshman [estudiante universitario de primer año] es un resultado increíble», analiza feliz. 

Su próxima cita, el 13 de octubre en Surprise (Arizona), con motivo del ITA National Tournament. Solo se disputan siete torneos regionales en su división, de modo que el balance deportivo no puede ser mejor. «Estar entre los mejores es algo que no me había esperado nunca. A este torneo voy a ir a jugarlo sin presión, a disfrutar de cada partido, pero como decía mi entrenador, Tonecho Añón, disfrutar sufriendo. Esta experiencia seguro va a ser muy bonita y tengo muchas ganas de empezar a prepararlo todo para el torneo», avanza.

Mientras equilibra la balanza entre deporte («me encuentro muy bien jugando al tenis», dice) y estudios («la dificultad de las clases no tiene que ver con España, lo único el idioma», explica), Óscar Barreiro califica de «duro» estar alejado de la familia y amigos. Sin embargo, su proyecto personal pasa por estar seis años en Estados Unidos, para completar su carrera con un máster.

«Esto me aporta una nueva experiencia, aprendo nuevas costumbres y descubro la vida universitaria en Estados Unidos, que es muy diferente a España. Y aquí puedo combinar mi deporte con estudiar una carrera, algo impensable en España puesto que tienes que decidirte por una de las dos», analiza.

En proceso de aclimatación a su nuevo país de residencia, el gallego explica: «Lo que más me sorprendió son las costumbres y la gente, son muy diferentes. La gente es muy familiar y siempre te presta su ayuda para todo. Y las costumbres... pues las comidas y las cenas es lo que peor llevo, pues la comida es de 10.45 horas a 13 horas, y la cena de 4.30 horas a 19».

Aunque Fulton es pequeño, Óscar todavía permanece la mayoría del tiempo en el campus. «Apenas salgo para competir o ir a comprar algo al supermercado del pueblo», relata.

«Creo que puedo ser un ejemplo para los jóvenes de mi club que les gusta el deporte y que al final vean como una opción el cruzar el océano para labrarse un futuro próspero. A mí, ahora mismo, me está yendo todo como nunca había imaginado, entonces, ¿por qué a ellos no? Ser profesional en este deporte es prácticamente imposible, por lo que esta opción de viajar a EE. UU. es muy buena», concluye el gallego.