Seis meses de cárcel a un ultra por los disturbios del derbi del 2012

e. v. pita VIGO / LA VOZ

DEPORTES

GUSTAVO RIVAS

Un joven acusado de golpear con botellines de cerveza a dos policías ante Balaídos en el Celta-Dépor se declara culpable en una vista en Vigo

30 sep 2016 . Actualizado a las 13:51 h.

Fue una guerra campal en toda regla. Botellazos, contenedores volcados, reyertas, cargas policiales y pelotas de goma. Era un clásico, el derbi Celta-Dépor en el estadio de fútbol de Balaídos el 15 de abril del 2012. Una muchedumbre de hinchas radicales celestes, algunos con el rostro cubierto por bufandas, se congregó con motivo del partido a las puertas y mantuvo un enfrentamiento con policías antidisturbios armados con escopetas de pelotas de goma. Uno de los arrestados por agresiones a la policía acabó ayer sentado en el banquillo, donde aceptó una condena de 6 meses de cárcel por atentado contra agentes de la autoridad y dos delitos de lesiones leves. Les lanzó cuatro botellines de cerveza vacíos e hirió a dos policías en varios dedos.

El acusado I.G.V. reconoció ayer que participó en las algaradas en una vista por conformidad que se celebró en el juzgado de lo penal número 1 de Vigo. El implicado aceptó un pacto con el fiscal para reducir la condena a lo mínimo y abonar una multa de 300 euros. El acuerdo incluye la suspensión del ingreso en prisión a condición de que no vuelva a delinquir en un tiempo.

El implicado admitió que arrojó de modo reiterado diferentes objetos, al menos cuatro cascos de cerveza, a dos uniformados que intentaban mantener el orden público en medio de los disturbios e hirió a dos. La Fiscalía insistió en que el implicado actuó «amparado» en la masa allí congregada hasta que fue detenido. El sospechoso forcejeó lanzando patadas, puñetazos y codazos para evitar ser reducido.

Un agente sufrió contusiones en el índice derecho y el otro escoriaciones en el dorso de la mano y el dedo corazón derecho. Este último tardó seis días en curar.

La Fiscalía tuvo en cuenta tres paralizaciones del proceso que retrasaron cuatro años la celebración del juicio. Por eso mismo, benefició al acusado con una circunstancia atenuante de dilaciones indebidas. La acusación pidió que los agentes fuesen indemnizados con 60 y 180 euros, respectivamente.

Un partido blindado por un cordón policial

El derbi en Balaídos del 2012 acabó 2-3, con victoria del visitante. Fue un partido caliente, al menos, en el exterior. Muchos hinchas se habían quedado sin entrada debido al interés de este clásico gallego. En la calle se congregaron cientos de forofos y la policía quiso evitar enfrentamientos entre los componentes del Dépor y el Celta.

La masa se calentó y algunos encapuchados o con la cara tapada con capuchas y bufandas volcaron contenedores en la calle a modo de barricadas. Los antidisturbios salieron de los furgones, se desplegaron y establecieron un cordón de seguridad en el aparcamiento de la avenida, que cortaron. Las imágenes de televisión muestran cómo dos policías protegidos con escudos ayudan a cruzar la calle a una anciana que se dirige al estadio mientras que una muchedumbre de hinchas, que ondeaban banderas del equipo local, vociferaba a lo lejos. Uno de los implicados fue perseguido hasta el soportal del estadio y reducido en el suelo. Los agentes acabaron cargando con escudos y porras contra los alborotadores. El resultado fue un suelo plagado de botellas, bufandas y papeles y con algunos lesionados. Algunos se protegieron detrás de las señales.

Las algaradas acabaron con dos detenidos y 20 multados.