Además de los gestos a sus compañeros, eludió mirar a Zizou al ser cambiado
26 sep 2016 . Actualizado a las 11:57 h.Aunque sigue en cabeza e invicto después de seis jornadas, este Madrid es el peor líder a estas alturas desde hace diez años. En el 2006, el Barça de Frank Rijkaard iba primero, también con 14 puntos sobre los 18 disputados. Ha perdido duende y también el buen humor. Y no son todo sonrisas en torno a Zidane, que sufre lo que significa dirigir al equipo más exigido del mundo y tener que gestionar estrellas que, como Cristiano Ronaldo, no atraviesan por su mejor momento.
El portugués agitó el debate postpartido porque se fue con mala cara cuando fue sustituido por Lucas Vázquez en el minuto 72, cuando los blancos ganaban por 1-2. Miró hacia el videomarcador y, al ver que todavía faltaba mucho, se retiró mascullando. Saludó al compañero y le chocó la mano a Zidane, pero sin mirarle a la cara. Ya en el banquillo, tiró un esparadrapo y puso mala cara tras el empate final. Cristiano ha sido cambiado en cuatro ocasiones por Zidane. Dos veces le sustituyó en las últimas jornadas del curso pasado. Pensaban ambos en la final de la Champions de Milán y no hubo problema. Y esta temporada no ha terminado otros dos encuentros.
Tanto Zizou como los compañeros de Cristiano trataron de minimizar la polémica. «Jugamos el martes ante el Dortmund y yo pienso en todos los jugadores y en el equipo. Creo que vosotros lo interpretáis de otra manera», esgrimió Zidane. «Cristiano está trabajando mucho. No tuvo pretemporada y le veo bien», apuntó Bale. ¿Cristiano?, se le cuestionó a Marco Asensio. «A ningún jugador le gusta que le cambien y a él menos», zanjó. Morata, también sustituido, recordó que los blancos siguen arriba y, por lo tanto, «no hay que hacer dramas».
Pero es una realidad que Cristiano sufre su peor comienzo en el Real Madrid. Tras dos meses en el dique seco por la lesión de rodilla sufrida en la final de la Eurocopa, le faltan chispa, desborde, presencia, participación y gol. A pesar del soberbio golpe franco que ejecutó ante el Sporting de Portugal, está desconocido. Solo lleva un gol en esta Liga, su registro más pobre.
El enfado de Cristiano demuestran que Zidane no se casa con nadie. A pesar de que dijo el curso pasado que la BBC jugaría siempre, sus estrellas no disfrutan de inmunidad. Volverán a ser indiscutibles cuando están bien, pero ahora el empuje de Lucas, Asensio y Morata invita a los cambios y las rotaciones. La profundidad de plantilla provoca que Isco y James se hayan convertido en actores secundarios. Y el martes les espera el joven, aguerrido y rápido Borussia Dortmund en la caldera del Signal Iduna Parka. Un examen interesante para los blancos.