Con discurso y partitura

Manuel García EL PERISCOPIO

DEPORTES

25 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Van pasando los años pero Moncho Fernández y el cuerpo técnico que encabeza pueden hacer suyo el «decíamos ayer» de Fray Luis de León, porque van cambiando los actores en la cancha pero no el discurso ni la esencia de la partitura. Siempre busca jugadores bravos e inteligentes para un baloncesto cuántico que requiere un gran dominio de la escena, tanto en defensa como en ataque, a fin de hacerse imprevisible para el rival por la cantidad de variantes tácticas que maneja.

En defensa el primer objetivo es tratar de confundir al adversario, descuadrarlo para que no se sienta cómodo. En ataque la clave está en buscar las ventajas y en una constante actividad del cinco en pista, porque los movimientos de los jugadores sin balón tienen una importancia capital.

Esa filosofía es la que perciben quienes se enfrentan al Obradoiro. No se trata de un baloncesto lineal, porque otra de las características que lo identifica es la adaptación a las cualidades de la plantilla. Pero, independientemente de la temporada y los protagonistas, es siempre un equipo laborioso y académico, que constantemente procesa e interpreta el juego. Bravo e inteligente.

Es lo que pueden esperar los aficionados que se acerquen a Noia esta tarde, a las 19.30, para presenciar la final de la Copa Galicia.