Un verdadero peligro de muerte

Fernando Huelin TRIBUNA ABIERTA

DEPORTES

20 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Somos seres homeotermos y por nuestra fisiología trabajamos a 37 grados. Al hacer actividad física, el músculo es poco eficiente, por lo que solo transforma el 30% de la energía química en energía mecánica. El 70% restante se convierte en calor, que necesitamos sacar al exterior, por un mecanismo de termorregulación.

En un entorno caluroso y de alta humedad, la transferencia del calor al ambiente por radiación es mucho menor. En esas condiciones extremas se producen unos marcadores de riesgo de alteración térmica, que se miden por colores. Ese indicador era negro el pasado domingo en Cozumel. Máximo nivel de peligro. Jonny Brownlee esbozó en las redes que sus problemas en esas condiciones se solían producir si bebía mucho. Pero si no bebes, no sudas. El calor se expulsa por vasodilatación en la piel y sudor. Si no bebes, aumentan la temperatura y los síntomas de un golpe de calor. En el caso del triatleta inglés parecen clarísimos: calambres, desorientación, confusión, inestabilidad...

Jonny quizá dio el arreón definitivo para descolgar a Schoeman porque dudaba de su estado de cara al final. En alguna otra carrera de este año ya terminó abaneando. Los Brownlee llevan hasta el extremo todas las situaciones. Durante la carrera, vemos como el pequeño se tira repetidamente agua sobre la nuca, pero no parece que beba lo suficiente. En un maratón, por ejemplo, un participante puede acabar con hasta 41 grados, con una hipertermia que produce un descontrol enzimático ante el que al atleta le puede pasar de todo. Si no se detiene, los síntomas del golpe de calor pueden llevar a la muerte.

En el triatlón el reglamento dice que los médicos pueden parar al deportista. Jonny llega a agarrarse a un oficial de la organización. Y para mí debió ser apartado de la competición. Por poner un ejemplo, en el boxeo es el médico quien decide, a instancias del juez, si un púgil sigue o no tras recibir un determinado k.?o. Debe cumplirse el reglamento. Es poco pedagógico presenciar esta clase de situaciones en un Mundial, aunque posiblemente el paciente recibiese un alta rápida.

La publicidad vende el deporte extremo y el desafío de llevar el cuerpo al límite. Me parece un error enorme desde el punto de vista de la salud. Con ironmans en los que algunos participantes terminan a cuatro patas. Los servicios médicos deben actuar con determinación. Cuando se produce un calambre, parar al deportista y pedirle que baje el ritmo, que se hidrate...

Si Jonny llegase a fallecer en Cozumel, ¿quién habría sido el responsable? El riesgo vital en estas situaciones pasa por varios grados: calambres musculares, sudoración excesiva, sed, palidez, ausencia de sudoración, mareos, ojos en blanco, desorientación, pulso acelerado, hipertensión y coma, el estadio previo a la muerte.