El dúo gallego, plata en C-2, suma su undécima medalla mundialista, y con el subcampeonato de Tono Campos en C-1 salvan la peor actuación del siglo del maratón español
19 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Si todo se pone negro, la selección española de maratón sabe que el isleño Ramón Ferro y el pontevedrés Óscar Graña son un seguro de vida. Y ayer, en la tercera y última jornada del Campeonato del Mundo de Maratón, el panorama que se dibujaba ante la delegación hispana era de un oscuro absoluto. Con el subcampeonato del grovense Tono Campos en C-1 Sénior en la víspera como única alegría, la plata de la pareja del Káyak Tudense en la prueba de C-2 Sénior -su undécima medalla en un Mundial de fondo- sirvió para arrojar un haz de cálida luz en las gélidas aguas alemanas de Brandemburgo.
Dos horas y 6 minutos necesitaron Ferro y Graña para completar los 26,2 kilómetros del trazado, 33 segundos más que los húngaros Márton Kövér y Ádám Dóczé, que revalidaron con 2.05.27 su título del 2015, con Kövér repitiendo doblete tras haberse impuesto el día anterior a Tono Campos en la regata de la canoa sénior individual. La otra pareja magiar, con Zoltán Koleszár y Bence Balázs Dóri, se colgó el bronce a 1 minuto y 14 segundos de sus compatriotas en la línea de meta. Campos y su compañero de club en el Breogán do Grove, el betanceiro José Manuel Sánchez, fueron quintos, a 2.48 (2.08.15), con los polacos Mateusz Zuchora y Borgiel cuartos en 2.07.37.
Dos gusanos -impacto por detrás de otra embarcación que hace girar bruscamente la dirección del barco haciendo perder su control- en la salida de la prueba, primero de una canoa germana y después de la húngara de Kövér y Dóczé, hipotecaron las opciones de medalla de Campos y Sánchez. El otro barco magiar, el polaco y Ferro y Graña aprovecharon el accidentado arranque para irse por delante, relevándose para empezar a ganar ventaja.El mal tiempo reinante, sobre todo el fuerte viento, obligó a Campos y Sánchez a un enorme desgaste para atrapar al grupo de cabeza en la cuarta vuelta del recorrido asociándose con los a la postre campeones.
Pero ya compactadas las cinco canoas, Koleszár y Dóri dieron un tirón que solo pudieron seguir sus compatriotas húngaros y, poco después, Ferro y Graña. A falta de dos vueltas campeones y subcampeones dejaron plantado al tercer dúo del podio final. Después Kövér y Dóczé observaron los problemas musculares de los gallegos, y a medio kilómetro de meta dieron su hachazo definitivo.
«Somos subcampeones del mundo. Estamos muy contentos», declaraba al término de la prueba un extenuado Óscar Graña. No es para menos. Revalidan su plata del 2015, y se reafirman en una élite de la que no se apean desde su plata europea en el 2003.
Como el caso de Campos y Sánchez, tampoco fue ayer el día de los palistas del Káyak Tudense Iván Alonso y Diego Piña, a los que un golpe de un barco francés en el último porteo tiró por tierra sus opciones de medalla cuando se encontraban en el grupo de cabeza del K-2 Sénior. Al final fueron quintos a 15 segundos del podio. El mismo puesto de Alonso un día antes en el K-1, ahí a menos de 1 segundo de colgarse medalla.
De esta manera, la selección española cierra su participación en el Mundial con tan solo las platas del C-2, y del C-1 de Tono Campos el sábado. La peor actuación en un Mundial desde que con el cambio de siglo España se convertía en potencia del piragüismo de fondo codo con codo con Hungría. Cuatro medallas en los años 2000, 2001 y 2008 eran hasta ahora los registros más discretos, y nunca salvo en el 2003, con seis preseas, España se había ido del Mundial sin al menos un título.
Galicia salva la peor actuación del siglo del maratón español
Como el caso de Campos y Sánchez, tampoco fue ayer el día de los palistas del Káyak Tudense Iván Alonso y Diego Piña, a los que un golpe de un barco francés en el último porteo tiró por tierra sus opciones de medalla cuando se encontraban en el grupo de cabeza del K-2 Sénior. Al final fueron quintos a 15 segundos del podio. El mismo puesto de Alonso un día antes en el K-1, ahí a menos de 1 segundo de colgarse medalla.
De esta manera, la selección española cierra su participación en el Mundial con tan solo las platas del C-2, y del C-1 de Tono Campos el sábado. La peor actuación en un Mundial desde que con el cambio de siglo España se convertía en potencia del piragüismo de fondo codo con codo con Hungría. Cuatro medallas en los años 2000, 2001 y 2008 eran hasta ahora los registros más discretos, y nunca salvo en el 2003, con seis preseas, España se había ido del Mundial sin al menos un título.