El Atlético se estrella contra la fe del Alavés

Colpisa

DEPORTES

JAVIER BARBANCHO | Reuters

Un gol de Gameiro en el 91 parecía dar los tres puntos al Atlético pero un zapatazo de Manu García puso el empate en el 94

22 ago 2016 . Actualizado a las 00:56 h.

Agosto es un mes raro para el fútbol oficial. El ejemplo más claro se vivió en el Vicente Calderón. El partido arrancó en la noche del domingo, pero solo cuando pasó al lunes enloqueció. Dos goles en apenas cuatro minutos. El del Atlético de Madrid llegó con suspense desde los once metros. Provocó un estallido de alegría que fue silenciada por un zapatazo lejano de Manu Garcia, que sorprendió no solo a Oblak, todo el partido siendo casi un espectador más. El  Deportivo Alavés se lleva un botín inesperado gracias a una rentabilidad máxima: un disparo, un gol.

Se cerró así un partido que comenzó plomizo y terminó con un desenlace inesperado. La que comienza es la última campaña del centenario club madrileño en su estadio, que ha vivido muchas alegrías con su equipo pero incluso en los mejores días de los últimos y gloriosos años de este lustro ha tenido que sufrir para poder disfrutarlas. Igual que vinieron a veces se escurren entre los dedos. Volvía el Alavés a Primera, con tanta ilusión como caras nuevas respecto al ascenso. Con solo cuatro futbolistas en el once supervivientes de la pasada campaña necesita acoplarse para poder ser realmente peligroso ante candidatos al título. Por eso eligió el orden y la prudencia en su estreno. Buscar la meta rival era invitar al Atlético a desarrollar su plan preferido y cerró de inicio esa vía. Cholo falló de inicio El conjunto colchonero sabía que tenía que llevar la iniciativa, pero le costaba encontrar el ritmo, quizá porque Tiago y Gabi aún no tienen afinado el diapasón. Buscó las internadas por banda de Carrasco y Juanfran muy activo. El alicantino la cedió atrás bien para remates de segunda línea pero se topó con la zaga albiazul, que perdió rápido por lesión a Feddal. Arañó además algún córner, especialidad en la que logra puntos de oro gracias a Godín o Tiago, y buscó sorprender con disparos lejanos pero ninguno obligó a intervenir a Pacheco hasta casi la media hora de juego.

El meta se mostró firme en la primera vez que le exigieron, cuando el partido fue desprendiéndose del ritmo veraniego con el que arrancó. Lo hizo Saúl, que tras llevarse la bola con varios rechaces solo fue capaz de disparar centrado en el corazón del área. No terminó de sentirse cómodo cuando estuvo como segundo punta. Más murmullo generó un error de Gameiro, que mandó a la tribuna un medido servicio desde la línea de fondo del eléctrico Carrasco. El belga, que genera pánico arrancando desde la izquierda hacia dentro, soltó un latigazo que encontró la madera cuando la grada ya intuía el primero gol de la campaña.

En el otro área Oblak vivía tranquilo, quizá hasta relajado como se intuyó al final. Solo Savic, que volvió a ser titular por Giménez, le inquietó con una cesión desacertada. Eso sí, dio la sensación que su pulso apenas aumentó. Se pasó todo la segunda parte mirando como la bola no entraba en la meta rival. En el vestuario Simeone asumió que a su equipo le faltaba velocidad y desborde. Quitó a Tiago para meter a Torres. Con un ancla menos el cuadro rojiblanco era más ligero, tenía más vértigo y transmitía una mayor sensación de peligro. No le pareció suficiente al técnico argentino que metió a Gaitán por Gabi, pasando Koke a ser mediocentro.

Asedio total a Pacheco

Empezó a sentirse agobiado Pacheco, otro de esos guardametas que, a buen seguro, dejará grandes paradas en este campeonato que arranca ahora, con tanta pelota en su zona colgada desde los costados. En una de ellas, tras una acción individual de Torres con doble regate Godin la mandó fuera con el exterior en el área pequeña cuando todos gritaba gol. La grada bullía creyendo en la victoria, pese a que el juego no transmitía mucho. Levantó aún más su ánimo otro hincha pero que luce el 9 en el campo: un zurdazo al palo y buenos minutos de fútbol más allá de su habitual entrega. Los minutos finales fueron un reflejo de este Atlético que ha creado Cholo: confianza en que la victoria llegaría, más allá de sistemas fallidos. El Alavés apenas salía de su campo y se entregó por completo al acierto de Pacheco, que evitó de modo milagroso por dos veces que Gameiro marcase en el área pequeña. Acertó el galo finalmente desde el pinto de penalti, gracias a que Torres porfió un balón hasta encontrar un penalti que durante unos segundos parecía definitivo. Pero los lunes son diferentes. Al menos así lo cree Manu García y el Alavés. La Liga, ese torneo en el que el Atlético consigue victorias por fe y entrega, arranca en el estilo clásico de taquicardia rojiblanca.

Ficha técnica

Atlético (1): Oblak; Juanfran, Savic, Godín, Filipe; Tiago (Fernando Torres, min. 46), Gabi (Gaitán, min. 57); Koke, Saúl, Carrasco (Correa, min. 69); y Gameiro.

Alavés (1): Pacheco; Kiko Femenía, Alexis, Feddal (Laguardia, min. 11), Raúl García; Manu García, Dani Torres, Krsticic (Camarasa, min. 63), Edgar, Ibai; y Toquero (Santos, min. 78).

Goles: 1-0: min 92, Gameiro, de penalti. 1-1: min 93, Manu García, de disparo desde fuera del área.

Arbitro: Iglesias Villanueva (C. Gallego). Amonestó a los visitantes Santos (m. 86) e Ibai (m. 87).

Incidencias: Partido correspondiente a la primera jornada de la LaLiga Santander, disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 48.000 espectadores.