Un primer punto que sabe a gloria

C. Pereiro PONTEVEDRA / LA VOZ

DEPORTES

El Pontevedra afrontó un encuentro difícil pero supo sacar oro en la segunda mitad

23 ago 2016 . Actualizado a las 08:36 h.

El Pontevedra debutó en una salida difícil a Guijuelo y supo sacar oro en la segunda mitad, con un empate final que sabe a gloria para el equipo de Luisito (1-1). Brillaba el sol en Guijuelo y presagiaba una tarde de fútbol. La primera de las muchas que ambos equipos tienen por delante. Comenzó la batalla por los puntos entre dos rivales que se conocen y se tienen tomada la medida. El Pontevedra salió a mostrar sus nuevas caras y derrocar al Guijuelo. Tras una pretemporada de luces y sombras, se hacía necesario ver a los granates en un partido donde el resultado sí fuera para discernir su futuro.

El Guijuelo salió al ataque, directo. Ya en el minuto siete contaron con una ocasión clara de Jonxa en la que portero del Pontevedra tuvo que intervenir para evitar males mayores. Primer aviso de los verdiblancos. El segundo llegaría con un pase de Pino al 7 del Guijuelo y un peligroso remate de cabeza que Edu atajaba bajo palos. Decisivo el guardameta granate.

Fue un duelo medido. Con ocasiones escasas para ambos equipos -aunque con más tirón el local- y con aplausos para sus cancerberos. Kike, el 1 verdiblanco detenía un disparo a bocajarro en el minuto 23. El sueño del abrir el marcador de esta liga flotaba en el campo, aunque el ritmo era pausado, rozando lo lento.

El Pontevedra también contó con la suerte de su lado. En el 39, Álvaro Pérez recogía un balón colgado al área y mandaba el balón al larguero. Los granates se salvaban y el descanso simulaba ser necesario para planear una estrategia que les permitiese dejar de recibir y comenzar a dar.

Los de Luisito quisieron mostrar también sus dientes antes de finalizar el primer tiempo. Jacobo Trigo enviaba el balón alto, tras un centro a balón parado de Bonilla. El Pontevedra no se encontraba, y el 0-0 seguía reinando, para su suerte, y es que el cuadro chacinero merecía más. Fútbol escaso y con poco brillo, en una primera mitad descolorida en el Municipal.

Luisito apretó tuercas en el vestuario. El Pontevedra salió más decidido, subiendo marchas y apurando revoluciones. Al fin llegaba el fútbol. Los balones altos le daban el oxígeno, y comenzó un cortejo sobre la portería rival, a base de saques de esquina y jugadas con remate.

Pese al empeño granate, llegó primero el gol del Guijuelo, tras un fallo garrafal en defensa. Un mal despeje de balón que fue recogido por Antonio Pino quedando solo delante de Edu, al que batía fácilmente, y obligaba al Pontevedra a buscar el empate de forma desesperada.

Pese al 1-0, los de Luisito confiaron en sí mismos, y mantuvieron inteligentemente la calma. El míster sacaba al debutante Mateu ?una sustitución que cambiará el encuentro? a cambio de sentar en el banquillo a Álex Fernández.

Los nervios saltaron y se montó una pequeña trifulca en el medio del campo tras un manotazo involuntario a un jugador local. El arbitro decide no amonestar a nadie y continúa el juego sin mayores incidencias.

En río revuelto, tras una larga posesión, David Añón hace magia y saca un pase perfecto para Mateu que continúa el espectáculo y anota el empate con un fuerte disparo cruzado. El Pontevedra tomaba aire. A partir de este momento, conseguiría dominar el partido a base de un juego mucho más lucido e interesante.

Luisito realizó hasta dos cambios más, en busca de los tres puntos, aunque el marcador no se movió. Si la primera parte fue del Guijuelo, la segunda del Pontevedra; y el 1-1 se convierte en un resultado justo. El club granate deja buen sabor de boca.

«Lo mejor de este equipo es que nunca baja los brazos»

El entrenador del club pontevedrés se mostró satisfecho con el resultado. Sabía que iba a un campo difícil y a un rival que no se dejaría apabullar. «Me ha gustado muchísimo la actitud de los jugadores, la capacidad de remontar un partido que se nos puso muy difícil por una jugada muy ingenua nuestra. Los pases horizontales en un campo de hierba sintética están prohibidos. Hicimos uno, y fue matemático. Contraataque vertical y gol del Guijuelo», señaló Luisito tras el partido. «Lo mejor de este equipo es que nunca baja los brazos. A partir de ahí dimos un paso al frente y metimos un muy buen gol».

El míster reconoció que la primera partida no se mostró el nivel de juego esperado, aunque recordó que todo primer partido de liga va cargado de incertidumbre y que todos los entrenadores están a la espera de ver como responden los jugadores.

Afirmó la existencia de problemas con las jugadas a balón parado y varios «regalos» por fallos propios al rival. «El equipo estuvo mucho mejor físicamente al final del partido de lo que yo esperaba. En la segunda parte dominamos, aunque esto no ha hecho nada más que comenzar. Hay jugadores que tienen que crecer y mejorar. Todos los equipos pasarán por ello».

«Hubo ocasiones claras paras los dos equipos y apuros para ambos», reconoció. «El Guijuelo es un buen equipo, y creo que hemos estado a la altura».