Murray acaba con el sueño de Del Potro

La Voz REDACCIÓN, RÍO / LA VOZ, EFE

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MARCOS BRINDICCI | REUTERS

El escocés se convierte en el primer tenista que revalida un oro olímpico en individuales

15 ago 2016 . Actualizado a las 09:45 h.

Andy Murray despertó ayer a Juan Martín del Potro del sueño olímpico en el que vivía el tenista argentino desde que en primera ronda derrotara al número uno del mundo y gran favorito en Río, Novak Djokovic. En un partido que duró más de cuatro horas, el escocés, segundo en el ránking mundial y defensor del título que había logrado en Londres en el 2012, logró imponer su inmensa capacidad defensiva y su resistencia frente a un Del Potro que durante muchas fases del partido hizo valer su tenis de potencia pero que acabó flaqueando en el tramo final del cuarto set, en el que ambos tenistas se rompieron varias veces el saque y en el que el argentino desaprovechó el 5-3 de ventaja que tenía para acabar cediendo por 7-5, 4-6,6-2, 7-5.

A excepción del tercer set, que el británico se llevó con relativa facilidad, todos los demás parciales fueron batallas de más de una hora en los que la gran defensa de Murray le permitió contrarrestar los derechazos planos de su adversario, esos que ya condenaron a Nadal en semifinales.

El elevado número de roturas de servicio (15), poco habitual cuando se enfrentan dos jugadores de tanto nivel, ilustra la emoción de una final en la que el de Tandil luchó más allá de sus fuerzas empujado por la ruidosa hinchada argentina.

Sin embargo, el escocés se apuntó un triunfo justo gracias a su regularidad, que le permitió conectar más golpes ganadores (46-39) y sumar menos errores no forzados (45-57). Nada más acabar, los jugadores se fundieron en un sentido abrazo y se retiraron a llorar a sus respectivos banquillos, uno por la alegría del que sigue reinando y otro por la satisfacción del que ha vuelto a primera línea tras una dura lesión de muñeca que lo tuvo muchos meses parado y que pudo haber cortado de forma precipitada su carrera.

Fue una final propia de Copa Davis, con un nivel de ruido que pocas veces se ve en un torneo del circuito profesional y en el que los aficionados, que aplaudieron por igual aciertos que errores, blandían banderas, bufandas y camisetas con los colores de los dos países que se disputaban el oro.

Una victoria histórica

Con su victoria, Murray se convirtió además en el primer tenista en conseguir defender un título olímpico en la competición individual, al sumar este oro al logrado en la hierba de Wimbledon durante las Olimpiadas de Londres en el 2012, una competición en la que Del Potro también lo acompañó en el podio, en ese caso en el tercer peldaño.

Solo se puede encontrar un precedente en los dobles femeninos, donde dos parejas estadounidenses, la formada por Gigi Fernández y Mary Joe Fernández y la de las hermanas Williams, Venus y Serena, consiguieron revalidar sus títulos olímpicos. Las primeras se subieron a lo más alto del podio en Barcelona 92 y, cuatro años después, en los Juegos de Atlanta. Mientras que las Williams, que ya habían conseguido el oro en Sídney en el 2000, encadenaron triunfos en Pekín 2008 y en Londres 2012.

Tras su victoria en Río, Andy Murray encadena 18 triunfos consecutivos, su récord personal, que le han permitido encadenar dos títulos en hierba, en Queens y en Wimbledon con el oro olímpico, con lo que llega cargado de confianza para afrontar el último Grand Slam del año, que arranca a finales de este mes en Nueva York.